POCO partido le está sacando María García, biotopo pata negra, a los muchos erasmus con los que la ha premiado Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira. Durante los últimos dieciséis meses ha hecho más kilómetros que Willy Fog en toda la serie, pero o se ha aplicado muy poco en los congresos a los que ha asistido o ha sido incapaz de asimilar lo que en ellos ha escuchado, porque A Coruña es un desastre en lo que se refiere al medio ambiente y la naturaleza –en realidad, habría que preguntarse en relación con qué no es actualmente un desastre–. Lo que deberían ser parques y jardines parecen zonas desérticas; ni hierba, ni flores –hay quien asegura que una vez hubo una rosaleda en Méndez Núñez– y, en cambio, en lugares como Novo Mesoiro la maleza alcanza la altura propia de las selvas tropicales y cobija decenas de madrigueras de ratas. Los estudiosos del mundo de los roedores aseguran que los ejemplares que se han instalado en Novo Mesoiro ya desprecian a los que siguen en las alcantarillas. “Yo vivo en una ciudad de vacaciones y tú, en una cloaca”. Sin duda, otro gran éxito de la Marea, nasía pa’ganá.