PACO Vázquez, el coruñesismo hecho hombre, ofició en su día, con el exdeportivista Albert Luque como monaguillo, la ceremonia de presentación en A Coruña de Albert Rivera, el político antes conocido como Adolfo Suárez. Fue el primer acto de adhesión de la izquierda –izquierda moderada, casi centro, la del exalcalde y más extrema, sobre el campo, eh, la del futbolista, porque fuera de él es cuspidiño a su jefe: se llaman igual, ambos nacieron en Barcelona y sus padres son de Málaga– al hombre naranja. Tanto debió de impresionar a Rivera la intervención del antiguo embajador que Ciudadanos contará con su “bagaje” en su programa para las municipales. Buenos nutrientes alimentarán, pues, el proyecto electoral alaranxado. Ahora, eso sí, no parece a fácil que Vázquez abandone su plácido retiro y decida ponerse al frente de lista de Cs. Si lo hace, ya pueden freír, deconstruir y hornear en el CIS que en dos días se pone en cabeza de las encuestas sobre intención de voto, que viendo lo que hay tampoco es difícil.