PACO Vázquez, el coruñesismo hecho hombre, empleó en su día la expresión “los profetas del no” para referirse a los malos malísimos que trataban de torpedear su proyecto de ciudad. La expresión vendría al pelo para aplicársela a quienes se alinearon en contra del Puerto Exterior, entre los que destacó el todopoderoso Caballero, don Abel, que durante una temporada vivió pegado a un megáfono, que le servía para amplificar sus ataques a la tan disparatada infraestructura. Esas voces, incluso la del alcalde de Vigo, se fueron quedando afónicas, ya que los resultados desmontaban todos sus argumentos, pero por si a alguno de ellos, por efecto de los calores del verano, le diese por recuperar ese esperpéntico discurso, no estaría de más que reparase en un hecho concreto: el crecimiento de punta Langosteira ha permitido que la Autoridad Portuaria haya entrado en beneficios cinco años antes de lo previsto. Por cierto, en ese hito algo habrá tenido que ver la línea de trabajo marcada por Enrique Losada, ¿o no? Que respondan los profetas si tienen valor para salir de su escondite.