DE LA VACA

Hablaban en un programa radiado acerca del orden. Como casi siempre que se habla del asunto fluyeron “distintos” conceptos: que si el orden de unos termina donde comienza el de otros, que si no hay democracia sin orden (lo mismo decían en la dictadura), etc., hasta que alguien dijo que “en el universo lo que impera es el caos” y se armó un Cristo de Dios Padre.
Yo creo en el orden natural, aquel que sostenía como principios básicos el derecho y obligación a comer y tener un cobijo, fundamentales para la supervivencia. Luego habrá más, pero secundarios. Sin embargo, cuando el hombre se civilizó, y en su lugar aparecieron las viviendas y los supermercados, el esfuerzo de servirse de la naturaleza mutó por el trabajo remunerado para conseguir la supervivencia. Hoy, la Constitución recoge esos tres derechos en su articulado, desvirtuando el orden natural. Total, y en pocas palabras: caca de la vaca.

 

DE LA VACA

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