En los tiempos que corren, los más avispados encuentran maneras de conseguir dinero en cualquier parte. Es verdad que hay que aguzar el ingenio para tratar de llenar el plato, pero hay quien lleva la búsqueda de castañas bastante más lejos de lo que resultaría recomendable. Al parecer, eso es lo que le pasó a chabolista de la Conservera Celta al que se le ocurrió que un buen negocio podía ser ir por ahí reclutando pensionistas contra su voluntad para quedarse después con su paga.
El modelo es bastante sencillo: conoces un sintecho y le ofreces hacer algunos trabajos que te permitan quitarle el “sin” a cambio de darle el “techo” y algo de comida. Nada nuevo, según los vecinos de este asentamiento de A Pasaxe, en donde suele ser habitual que acojan indigentes de vez en cuando. Lo que ya no parece tan normal es el procedimiento de retener, por el mismo precio, individuo y pensión bajo amenazas y agresiones.
Parece ser que el presunto secuestrador no era muy ducho en la materia, porque acompañó al indigente retenido hasta la Cruz Roja, en donde pudo pedir ayuda a las asistentes, que se encargaron de llamar a la policía. En espera de que el juez decida y visto que el sumario es secreto, hay algunas sombras en el caso, como por qué el chabolista decidió llevar a su presa a un lugar en donde podía denunciarlo, como así hizo; si el presunto secuestrador está cobrando una subvención para poder alquilar el piso en el que reside o si fue en realidad un secuestro. El detenido, que ya ha sido puesto en libertad provisional, asegura que le ofreció un hueco en la choza a cambio de realizar algunos trabajos y que no estuvo retenido en ningún momento.
Al margen de lo que dicte la sentencia, lo triste del asunto es ver cómo los pobres intentan robar a los que son más pobres aún. La miseria de quien vive en una chabola contra la del que no tiene siquiera un techo, aunque sea de latón, bajo el que vivir. En un país en el que en muchas casas el único contrato indefinido es el del abuelo –mientras dure–, no resulta extraño recurrir a las pensiones para tratar de llegar a fin de mes. Pero muy bajo hemos caído si ya los chabolistas recurren a secuestrar indigentes para quedarse con el poco dinero que tienen. Un negocio que tiene mucho más de nicho que de mercado.