UNA AUTOPISTA MUY POCO SEGURA

Algún día alguien tendrá que explicar cómo es posible que en una autopista, que se supone una vía segura, se produzcan de manera constante desprendimientos de  rocas que hacen peligrar la integridad de sus usuarios. Esto es lo que sucede en la vía de peaje que une A Coruña y con Carballo. Una carretera en la que los conductores pagan un dineral por utilizarla a pesar de tener un trazado más que deficiente y, como demuestran los hechos, pese a la falta de seguridad de sus taludes de piedra. Evidentemente, la alternativa, la carretera convencional, es todavía peor y, por eso, cientos de personas se ven condenadas a tener que utilizar la autopista y, a tenor de los hechos, a jugarse el físico. Es hora de que de una vez por todas se solventen estos problemas que, el día menos pensado, pueden provocar una desgracia irreparable.

UNA AUTOPISTA MUY POCO SEGURA

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