Se armó el belén

 

El mismo domingo día 20, cuando “los españoles decidían el perfil de una nueva era política”, tal como saludaba la jornada un importante periódico de la capital del Reino, al tiempo que columnistas, tertulianos, políticos y otros grupos de distinto cariz, anunciaban el gran día “de la fiesta de la democracia”.

Joe, joe, como se han puesto horas después: “Un embolado monumental”, escribía uno. “Pierde la estabilidad, gana el desgobierno”, clamaba otro y apuntillaba un tercero que “lo único razonable es totalmente imposible”.

Y, al tiempo, los poderes “fácticos” desarrollaban su mensaje amenazador: que baja la bolsa, que sube la prima, que nos joden al cuñado con puesto de mando, que los nuestros se van para casa, que los “lobbystas” se tendrán que dedicar a trabajar y que, ahora, los pobres y descamisados nos quitarán la vaca, el chollo…

Y eso, carafio, que era la fiesta de la democracia, lo que nos lleva a pensar que para ellos la fiesta es si bailamos al son que nos tocan. Si pagamos la música y los canapés.

Y Merkel que no felicita a Rajoy, y los grandes medios de comunicación de “fuera” (¡parecen los tiempos de Franco en que había que leer “Le Monde”, escuchar la BBC o Radio Pirenaica para saber lo que pasaba!) se “escacharran” de risa contando eso de que los españoles le dieron una patada la freulein en el culo de Rajoy, por sus políticas antisociales, sus planes imperiales y su visión de una Europa de mercaderes…Y es que aquí, de puertas adentro, los ciudadanos cansados con la política dirigida desde Berlín, apoyada por los poderes financieros y alabada por el capital, le dieron un repaso a PP y PSOE, que se encontraron en la noche del 20-N con la peor marca en su tablero de resultados. El castigo también llegó a sus feudos más queridos.

Reflexionamos, pues: ¿perdemos todos o sobre todo pierden los mercados? ¿El dinero es el arma que utilizan ahora para el chantaje? ¿Valen más los mercaderes que los ciudadanos? ¿Esto es así, será siempre así, y de forma continuada se agrandarán las desigualdades sociales, continuarán los ajustes –recortes, no se engañen– en educación, sanidad, dependencia o, con el nuevo mapa, y los protagonistas de la vida política, que llegaron a través de los votos y no del Ibex, reorientarán la Europa que ahora sufrimos, por la Europa de los pueblos? Hay socios en todo el sur del continente…

Se armó el belén

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