un grupo de investigadores de la Universidad de Granada le ha desmontado al Gobierno su plan ideal de vuelta al cole. Con las condiciones de las que ha hablado la ministra de Educación –veinte niños por aula, que se consideran como una familia y no necesitan mascarillas ni distancia de seguridad–, en el primer día de colegio los alumnos de una única clase y su profesor, que en la teoría de la ministra son un núcleo pero en la práctica tienen hogares diferentes, estarían expuestos a 74 personas diferentes y en dos días, contando con que muchos de ellos tendrán hermanos también en edad escolar, la exposición sería a 808 personas. Conclusión: los expertos calculan que en otoño los centros educativos tendrán que cerrar cuando el coronavirus y la gripe estacional unan fuerzas para hacernos la vida imposible. El Gobierno tiene dos meses para darle una vuelta al plan, que igual cojea.