Una habitación propia

En el Rosalía, en función única de sábado, con aforo completo, Clara Sanchís puso en escena la obra “Una habitación propia”, de Virginia Woolf, con dramaturgia y dirección de María Ruiz. A telón alzado solamente una mesa, una silla, un libro y un piano en el que la propia Sanchís, con gran maestría, interpreta distintas composiciones a partir de temas de J.S. Bach. De reseñar la iluminación de Juan Gómez-Cornejo, que oscurece o deja en penumbra el patio de butacas, según interese a la intensidad del monólogo. La obra parte de la idea de que una escritora, Virginia Woolf, da una conferencia, en 1928, ante unas jóvenes estudiantes inglesas sobre el tema de ‘Las mujeres y la literatura”. Sus palabras, críticas e irónicas, son la conclusión de un descubrimiento crucial para ella: para dedicarse a la literatura, una mujer necesita dinero y una habitación propia. Solo hace nueve anos que se le concedió el voto a la mujer y está produciéndose la mayor revolución social de todos los tiempos: la igualdad de hombres y mujeres ante la ley.
Durante la hora y media de representación la conferenciante habla de infinidad de temas, como el de que desde la pobreza es muy diflcí! dedicarse al arte. Ella pudo hacerlo porque venía de una familia intelectual, pero tenia la espina de que a sus hermanos los habían llevado a la universidad, pero a ella y a su hermana, no. La muerte de una tía y la herencia de 500 libras, hará posible que no tenga que sobrevivir haciendo trabajos absurdos o serviles. Reflexiona también sobre si las mujeres eran capaces de crear y de la libertad que tenían para producir un trabajo de calidad.
Lamentablemente el tema está de actualidad aún hoy en día si pensamos: cuánto van a tener que esperar las mujeres para cobrar lo mismo que los hombres; para ocupar cargos de poder que realmente les corresponden; para tener las mismas oportunidades en muchos lugares del mundo, pero también se vislumbra un futuro esperanzador al ver que muchas mentalidades están cambiando y que el futuro, forzosamente, tiene que ser mejor, mucho mejor.

Una habitación propia

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