Entabán pierde la concesión en Caneliñas y el Puerto busca operador

Entabán pierde la concesión en Caneliñas y el Puerto busca operador
empresa Entaban en el puerto Exterior

La delicada situación por la que venía atravesando la planta de Entabán Biocombustibles en el puerto exterior de Ferrol desde hace ya varios años ha desembocado en la pérdida de la concesión de las instalaciones otorgada por la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao en diciembre del año 2005.
Fuentes del organismo que preside José Manuel Vilariño confirmaron en las últimas horas que han sido los “problemas empresariales” –estaba en concurso de acreedores– los que han provocado el rescate de la concesión. El Puerto trabaja ya en la comercialización de las instalaciones, entre las que se encuentran los tanques para el almacenamiento de graneles líquidos y la terminal de carga y descarga de buques, para encontrar un nuevo operador que las explote a través de un nuevo acuerdo.

expectativas truncadas
La planta de Entabán Biocombustibles fue la primera de las tres que se construyeron en la comarca y la industria que inició la actividad comercial en el puerto exterior de Caneliñas. Tras una inversión que rondó los 50 millones de euros, con ayudas del Plan Ferrol incluidas, el entonces presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, inauguró las instalaciones en junio de 2008. Para entonces, la propiedad de la planta de biodiésel había solicitado un incremento de la producción mínima, que pasó de las 150.000 toneladas anuales a 200.000.
Poco duraron las expectativas optimistas que en la década pasada se habían depositado en el sector de los biocarburantes, arrastrado por el auge de las energías limpias y renovables.
La competencia desleal de productores norteamericanos, en un principio, y posteriormente de argentinos e indonesios,  que gravaban en menor medida la exportación del producto acabado que la materia prima de la que se extrae (aceite de palma y soja, principalmente) arrinconó en el mercado a las plantas de biodiésel locales en el mercado, que demandaron del Gobierno la puesta en marcha de medidas proteccionistas –la asignación de cuotas– que todavía –será a partir del 5 de mayo– no han entrado en vigor.
Desde hace dos años, la continuidad de Entabán está en entredicho y, de hecho, en abril del año pasado solicitó al Puerto una modificación sustancial de usos para ampliar su actividad a la gestión y almacenamiento de residuos de combustibles, que asumiría la empresa Ingaroil, así como una reducción del tráfico mínimo. n

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