Las notas de AC/DC dieron paso en la mañana de ayer a las de “Nothing else matters” de Metallica para dar la bienvenida al pentacampeón del mundo de triatlón, Javier Gómez Noya. El acto de ayer, de corte más institucional que el último vivido en el Auditorio de Ferrol –en el que, precisamente, se celebró la “mano” mundial–, sirvió para otorgar al mejor deportista ferrolano hasta la fecha la Medalla de Plata de la ciudad, la máxima distinción otorgada por el Concello.
“Este premio é moi importante, estou moi agradecido”, comentó Gómez Noya antes de entrar en un recinto en el que, en el palco, esperaban su llegada el alcalde Jorge Suárez, la teniente de alcalde Beatriz Sestayo y otros miembros de la corporación municipal como Álvaro Montes, Iván Rivas, Martina Aneiros, Ana Masafret y Alejandro Langtry. Además de los que, a la postre, serían asimismo coprotagonistas de un emocionante acto, los también deportistas Melina Alonso y Antón Dopico, la joven pianista Noreia Hermida y los “escritores” David Romero y Sara Crespo.
cariño
El triatleta ferrolano volvió a dar muestra del cariño que profesa a la ciudad, una urbe que, homenaje tras homenaje, sigue sorprendiendo al pentacampeón. “É difícil encontrar palabras. É moi emocionante”, afirmó sobre el palco del auditorio. “Crecín, formeime e vivín aventuras e desventuras aqui e a minha carreira deportiva está sempre ligada á cidade”, añadió. Gómez Noya quiso acordarse también de su club, el Natación Ferrol, con el que suma más de 20 años como integrante, lo que da buena cuenta de la fidelidad del triatleta ferrolano. Una unión que en las últimas semanas se ha hecho todavía más visible al “adquirir” la escuela del Triatlón Ferrol el nombre de su deportista de referencia, una cantera con la que el ferrolano quiere involucrarse, así como a sus patrocinadores “porque en Ferrol hai talento”, subrayó, “e é moi importante contar con medios para alcanzar as suas metas”. Gómez Noya no evitó el omnipresente tema que este año sobrevuela constantemente sus apariciones, los cada vez más cercanos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. “É un ano moi especial. Se vai ben será espectacular e se vai mal será un ano perdido”, comentó el triatleta, que asimismo añadió “que teño ganas de máis, e espero regresar a Ferrol con un bon resultado e celebralo”.
Sin embargo, la prudencia también hizo su aparición una vez finalizado el acto en el auditorio ferrolano, una desconfianza lógica con la que el pentacampéon apuntó que “vou a dalo todo, estou moi mentalizado pero nunha proba dun día sempre pode pasar de todo”. Una citaa olímpica que, quizá, vuelva a traer al triatleta al auditorio con un oro al cuello.