Poco más de 37 minutos fueron suficientes para resolver los siete asuntos incluidos en la orden del día del pleno ordinario dede mayo en San Saturnino, que gastó la mayor parte del tiempo en debatir la moción sobre el “catastrazo” presentada por el PP que, finalmente, se aprobaría por unanimidad tras una enmienda a la totalidad de su contenido introducida por el BNG. La enmienda nacionalista solicita que la villa no entre en el proceso de regularización catastral emprendido por el Estado.
Sin embargo, antes de llegar la este asunto la corporación trató otras cuestiones que no merecieron excesivo debate y que si bien no obtuvieron el apoyo unánime de los tres grupos, tampoco tuvieron votos en contra.
El Partido Popular presentó ya antes de la convocatoria del pleno una moción relativa al procedimiento de regularización catastral 2013-2016 emprendido por el Ministerio de Hacienda. Una medida conocida comúnmente como el catastrazo que no solo está incorporando de oficio los inmuebles no declarados, sino que también “y por la puerta de atrás”, en palabras del portavoz nacionalista, incluye una modificación normativa para meter también las construcciones agrícolas y ganaderas en suelo rústico. Además, el plan del gobierno estatal también contempla lo cobro de una tasa de 60 euros por hacer el trabajo de revisión.
La moción leída por Manuel Romero va en el sentido de solicitar una moratoria de aplicación mientras no se valoren “suficientemente” las peculiariedades de los ayuntamientos gallegos así como pedir exenciones “el más amplias posibles” para las explotaciones agrarias y ganaderas, así como la devolución de la tasa cobrada por las regularizaciones que ya se llevan hechas y que, de momento, no le afectan a San Sadurniño.
Tras escuchar la propuesta popular, el portavoz del BNG explicó en que consiste este proceso “lanzado desde lo Estado en el 2013 para que los ayuntamientos recauden más por catastro” que, al incorporar también las explotaciones agrarias que antes no tributaban, “toca la línea de flotación de uno de los sectores que peor lo está pasando”. El BNG calificó la moción como “un engaño” y propuso una enmienda a la totalidad con un único punto en el que se establece que el Ayuntamiento de San Sadurniño no entre en la regularización catastral.