“Tenemos una generación que es la leche jugando”

“Tenemos una generación que es la leche jugando”

Nueve años después de su primer contacto con el kayak polo, Adrián Hermida, de 22 años y militante en el Club Copacabana Ferrol, se ha convertido en uno de los deportistas más laureados de España en esta disciplina, después de sumar el oro en el Europeo de Francia. El meta local está siendo uno de los protagonistas en esta época dorada, ya que si en 2013 los sénior sumaban su primera y única medalla internacional, en este año Hermida y sus compañeros han logrado sendos bronces en un Mundial y World Games y el único título continental en su palmarés. “A ver cuánto dura, espero que mucho”.

Allá donde vas sumas. Tres de tres. ¿Te imaginabas esto hace un año, en tu debut?
Sí, por suerte hasta ahora sí. A ver si continuamos con esta racha. Sí, debute justo hace un año, en agosto a estas alturas en Siracusa, y ojalá siga siendo como hasta ahora. Y no, la verdad es que no me lo imaginaba. Por suerte tenemos una generación de deportistas que son la leche jugando, tienen un nivel muy grande y tuve la suerte de coincidir con ellos, y la generación sub 21, que también estuvo en este torneo, viene empujando fuerte.

Has empezado por todo lo alto, supongo que también llegarán momentos más bajos...
Sí, de hecho el fin de semana anterior al Europeo fuimos a un torneo en Bélgica, un preparatorio, y la verdad es que lo hicimos fatal. Quedamos cuartos, quedó Portugal por delante y... ya pensamos que igual la medalla no estaba tan cerca. Pero por suerte fuimos de menos a más, y yo firmaba con quedar cuartos en los amistosos y luego lograr la medalla (ríe).

Entonces, ¿empezasteis en el Europeo con esas malas sensaciones?
Sí, en el primer partido, contra Rusia, que entre comillas era un rival fácil, ganamos muy ajustado (3-2) y luego perdimos contra Italia, todo el primer día. Y, la verdad es que empezamos con un pequeño desastre. Pero nos propusimos en cada partido ir a más y por suerte fuimos aprendiendo de lo que hacíamos mal y en el partido siguiendo lo arreglábamos. Y así hasta la final.

¿Qué sentiste cuando por fin pasasteis las “malditas” semifinales?
La verdad es que durante el partido empezamos ganando, pero estábamos con el miedo de que llegaría ese momento en que nos ganasen, porque como Italia siempre lo hacía... Y fue pasando el tiempo y al final vimos que quedaba un minuto e íbamos dos arriba y pensamos, bueno, ya estamos en la final. Al principio como que no te lo crees, hasta después de un par de horas tras el partido que ya piensas, “estoy en la final”.

¿La final la afrontasteis como un partido más, para evitar el nerviosismo?
Sí. De hecho uno de los errores que cometimos en los World Games fue tomarnos la semifinal como el partido más importante de nuestra vida. Realmente era uno más, porque contra Italia ya habíamos jugado el primer día, y les habíamos ganado, y estábamos muy nerviosos. Y también aprendimos de eso para este campeonato. Es un partido más, vamos a jugarlo y que sea lo que tenga que ser, dijimos.

La final contra Alemania, un rival conocido...
Ya nos habíamos medido con Alemania, y también con Italia, en la fase de grupos y perdimos contra los dos 4-2. El partido contra Italia sí que fue un desastre, pero ante Alemania, ya con lo que estábamos remontando, perdimos pero no tuvimos la sensación de ser tan inferiores como contra Italia y, pensamos, se puede ganar. No veíamos una diferencia tan grande. Y además como ya le habíamos ganado el año pasado, y hasta ese año nunca España lo había hecho en ninguna competición internacional, pues ya vimos las cosas de otra manera.

Parece que eres ya un fijo en la portería de España, te lo trabajaste mucho, ¿no?
Sí, llevaba también un par de años “opositando” para entrar (ríe). Tuve suerte también, porque el portero que estaba, que ahora es nuestro segundo entrenador, Mario, lo había dejado justo el año anterior a entrar yo y había incertidumbre con el tema de portería. En 2016 fui yo solo y parece ser que cuajé bien con el resto del equipo. Pero bueno, nunca nada es fijo y mañana mismo aparece un chaval más joven o mejor y si cuaja bien no tendría problema, si el equipo va mejor.

De momento, tú eres ese chaval.
(Ríe) Sí, sí, de momento me está tocando a mí ser ese chaval. Tendré que disfrutar esta etapa todo lo que pueda y por mí encantado, ojalá siga siendo ese chaval mucho tiempo.

“Tenemos una generación que es la leche jugando”

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