Cada vez está más cerca la clasificación del Racing para la fase de ascenso a Segunda. La victoria que consiguió sobre el Logroñés le permite recuperar el tercer puesto en la tabla en detrimento de su víctima de ayer pero, además, hace que continúe con cuatro puntos de ventaja en relación al quinto clasificado cuando solo quedan cuatro jornadas para el final de la liga regular. Es lo mejor que el equipo ferrolano sacó del encuentro, en el que no jugó al nivel de otras ocasiones y por eso sufrió para amarrar el triunfo. Sin embargo, ayer –a diferencia de otros partidos– tuvo la suerte necesaria para ganar y por eso ve la meta más cerca.
El Logroñés apostó por el dinamismo sobre la corpulencia en su once inicial y eso le complicó las cosas al Racing en los primeros minutos, en los que el cuadro riojano se presentó con relativa comodidad delante de la portería local. Así, las primeras opciones de gol fueron visitantes, pero los despejes de Mackay a los lanzamientos de Menudo y Muneta evitaron que el marcador se estrenase. De todas formas, la sensación era que el cuadro visitante era el que estaba mejor plantado sobre el terreno de juego, como también demostró nada más superado el primer cuarto de hora de encuentro. Ahí, un remate de Menudo, totalmente solo delante de la portería racinguista tras el pase desde la derecha de Tití, se estrelló en el larguero en la que fue la mejor ocasión de los visitantes en todo el encuentro.
Fue el toque de atención que motivó el despertar de un Racing que, a partir de ahí, empezó a jugar con más aplomo. No es que pasase a dominar el partido, pero sí que el juego se igualó más de lo que había parecido durante los primeros minutos. El cuadro verde, sin embargo, no fue capaz de generar ocasiones delante de la meta rival más que a través de un par de lanzamientos lejanos de Maikel Mesa que, aun así, no supusieron un peligro demasiado grande para los visitantes.
Cuando el partido enfilaba el descanso, la situación se desatascó gracias al gol marcado por Joselu al rematar –y superar la línea de meta justo antes de que un defensa riojana despejase– la pelota que el portero visitante dejó suelta tras un saque de esquina. En realidad, el tanto fue la bocanada de aire fresco que necesitaba el equipo ferrolano que, de esta manera, se vio por delante en el marcador en un partido en el que sumar los tres puntos era especialmente importante.

descontrol
Por eso, en ventaja en el marcador, el cuadro verde dio la sensación de hacer frente a la segunda parte con más tranquilidad de la que había demostrado en la primera. Así llegaron un par de intentos racinguistas –uno de Joselu y otro de Nano con sendos lan zamientos desde fuera del área–, pero en ambos casos el portero visitante atrapó la pelota. De todas maneras, la falta de tranquilidad del cuadro verde a la hora de manejar el balón fue haciendo que el Logroñés empezase a adueñarse de la posesión, lo que hizo que el cuadro verde se fuese metiendo cada vez más atrás en busca de defender la ventaja que había logrado anteriormente.
El partido se fue “rompiendo” más a medida que pasaban los minutos, porque el Racing ya se dedicaba solo a esperar los ataques del rival y tratar de sentenciar a la contra. Pero sus intentos ofensivos –un remate de Dalmau que se marchó desviado y otro de Vela desde la frontal fueron los más destados– no encontraron nunca la claridad necesaria como para llegar a peligrar de verdad la portería visitante. Lo mismo pasó con los intentos del cuadro riojano, que salvo un remate de Camochu tras el pase desde la derecha de Tití no fue capaz de hacer trabajar al meta local. Así, al final la victoria sonrió al Racing, que se sitúa a un paso de sellar su acceso a la fase de ascenso por la que ha luchado desde el comienzo de esta liga.