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miércoles | 24 abril | 2024
Entre 1.800 y 2.000 personas, según datos de la Policía Local, mostraron ayer su apoyo a Agustín Fernández Carpente y su esposa, el matrimonio de Pontedeume que esta semana será juzgado en la Audiencia de A Coruña por la muerte de un joven ferrolano de 17 años en julio de 2011. La plaza del Concello y las calles aledañas se llenaron de vecinos a las doce de la mañana en una concentración convocada con amigos de los acusados para que “afronten o xuízo un pouco respaldados pola súa xente”. En primera fila se encontraban el alcalde, Gabriel Torrente, y varios ediles de la corporación. A pesar de estar presente en la movilización de apoyo a los encausados, el regidor municipal no quiso hacer declaraciones con respecto a este caso por encontrarse pendiente de juicio.
Coincidiendo con el acto, la mayoría de los comercios de la villa de los Andrade y algunos establecimientos de hostelería cerraron sus puertas.
En el curso de la concentración, un amigo de Agustín dio lectura a un comunicado en el que se indicaba que entendían el sufrimiento de los padres del menor, pero también la angustia que están viviendo los acusados por una muerte que consideran fruto de la “fatalidad”. En este sentido, se destacó el hecho de que se encontraron de madrugada dentro de su casa con un intruso, cuyas intenciones desconocían, “que reaccionaron como lo haríamos muchos, tratando de defender sus propias vidas”.
Los vecinos sostienen que la fatalidad quiso que la puñalada fuese mortal, consecuencias que ahora padecen la familia del fallecido y también los dueños de la vivienda en la que ocurrieron los trágicos hechos. Un sobrino de Agustín agradeció el apoyo vecinal. Cabe recordar que las acusaciones particulares piden 20 años de prisión, mientras que la Fiscalía plantea la absolución por la concurrencia de legítima defensa y miedo insuperable. n
