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viernes | 19 abril | 2024
El Estado Islámico ha ejecutado en los últimos 30 días a 188 personas en las regiones de Siria bajo su control, con lo que ya son 3.900 los asesinados desde la proclamación del Califato, el 29 de junio de 2014. De ellos, 2.114 son civiles, según el recuento del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), y entre ellos habría 78 menores y 116 mujeres.
“El OSDH ha podido documentar en el décimo noveno mes desde la declaración del Califato por el Estado Islámico la ejecución de 3.900 personas en las zonas que controla en Siria, en las provincias de Deir al Zor, Damasco, Alepo, Raqqa, Hasakah y Homs”, informó el Observatorio.
Entre los ejecutados en los últimos 30 días, hay 133 sirios –incluidos diez menores y diez mujeres– y dos miembros del propio Estado Islámico, además de un excombatiente de la organización. También hay ocho milicianos de grupos rebeldes y 64 miembros de las fuerzas de seguridad y las milicias paramilitares afines. Algunos de estos últimos fueron decapitados.
Entre los cargos que se imputaban a los ajusticiados están: apostasía, pertenencia a las fuerzas armadas, maldecir a Alá, comunicación con el Despertar –milicias prooccidentales–, cooperación con el régimen alauí, asesinato de un musulmán, adulterio, espionaje, contacto con el Frente Al Nusra, una mujer que escapó de su marido, homosexualidad y pertenencia a una familia leal al régimen alauí.
Métodos
Como métodos de ejecución se han utilizado el pelotón de fusilamiento, el desmembramiento, decapitación, lapidación, defenestración o incineración.
Entre los ejecutados se cuenta a 930 civiles suníes del clan Al Shaytat que fueron apresados en el este de la provincia de Deir al Zor; y 223 civiles kurdos muertos en Kobani.
El Observatorio destacó en su informe que entre los muertos hay 422 miembros del propio Estado Islámico por delitos como los de herejía, espionaje para países extranjeros, cooperación con la Alianza Cruzada, intento o deserción durante una batalla. La mayoría fueron detenidos y ejecutados tras ser sorprendidos intentando volver a sus países de origen.
Además, hay 1.088 militares de las fuerzas de seguridad del Gobierno del presidente Bashar al Assad y milicianos afines. Igualmente fueron ejecutados dos desertores de las fuerzas oficiales cuyos cuerpos fueron expuestos en crucifixión en la plaza de la localidad de Hmar Alí, en la provincia de Deir al Zor.
Ataques rusos
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos estimó que los ataques efectuados por las Fuerzas Aéreas rusas se han cobrado las vidas de casi 1.400 civiles –entre ellos 322 niños– y más de 2.100 combatientes insurgentes desde el inicio de la campaña hace cuatro meses.
La ONG, con sede en Londres y fuentes en el interior del país, precisaron que los ataques rusos han matado al menos a 965 combatientes de la organización yihadista Estado Islámico dentro de un total de 2.100 combatientes.
Las cifras de fallecidos se distribuyen de la siguiente manera: 853 hombres adultos, 195 mujeres mayores de 18 años y 332 niños. Además de los 965 yihadistas fallecidos, hay que contar 1.233 rebeldes e integrantes del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda.
El ejército ruso asegura que su campaña se centra exclusivamente en Estado Islámico pero tanto rebeldes como residentes denuncian habitualmente a los militares por causar tremendos daños colaterales durante los bombardeos.
