Las secciones sindicales de CCOO y de la CIG en el astillero de Navantia Ferrol reaccionaron ayer con duros comunicados a la decisión de Navantia de nombrar a Antonio Oliva, el anterior presidente del comité intercentros y principal aval del malogrado IV convenio colectivo, Jefe de Personal en el astillero de Cádiz. Comisiones Obreras, el sindicato al que representaba hasta hace poco el gaditano, considera que esta maniobra “solo puede obedecer al precio pagado por los méritos realizados” y que es “un insulto para el conjunto de los trabajadores”.
En la misma mañana en la que Oliva fue presentado a la plantilla de San Fernando como nuevo Jefe de Personal, CCOO de Navantia Ferrol tachaba el nombramiento como “una nueva agresión hacia nuestro sindicato” en respuesta a la impugnación del convenio y su consecuencia, la anulación por parte de la Audiencia Nacional. El sindicato del que sale este nuevo mando considera que se pone de manifiesto la “mala fe negociadora y la marrullería de la jefa de Recursos Humanos” y reclama el cese inmediato del presidente de Navantia y de esta responsable.
La sección sindical de CCOO informa de que ha exigido a la estructura de la central la expulsión de Oliva –algunos medios de Cádiz indicaban ayer que ya ha abandonado la central– y de “quien ampare o justifique esta traición”. El sindicato hace un llamamiento a su afiliación para estar “más unidos que nunca y seguir luchando sin fisuras”. “No permitiremos que una vergüenza ajena (que no propia) nos desvíe de lo que somos y de lo que representamos”, termina el comunicado.
En la misma línea se expresó ayer el secretario del Sector Naval en la Federación de Industria de CCOO, José Matesanz, que manifestó su “profundo rechazo” al nombramiento de Oliva. “Deja claro cuál ha sido su papel en la negociación”, dijo, aludiendo también al presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, quien en su opinión “no merece estar al frente de esta empresa, que maneja como si fuera su finca privada, con un desprecio total a la ética y la moral”.
También la CIG difundió una nota en la que recuerda que en su día rechazó el nombramiento de Oliva como presidente del intercentros y considera que hay que pedir responsabilidades a la empresa “por empregar condutas máis propias dun grupo que protexe os seus propios intereses utilizando medios inmorais, inmiscuíndose na acción sindical e conculcando a liberdade de acción sindical”. La central nacionalista apunta que la empresa trata de desmovilizar y desmoralizar a los trabajadores que se opusieron al convenio. “Non teñen vergoña ningunha para premiar a quen fixo de valedor da postura da empresa”, señala el sindicato, que también acusa directamente a la jefa de Recursos Humanos no solo de haber bajado a las cloacas, sino de ir “na busca de ratas de sumidoiro”.
“Esta actitude cínica e prepotente está amparada por quen nomea a estes xestores e que non é outro que o goberno do PP”, señala la CIG, que reprueba los recursos empleados por la empresa en introducir un código ético cuando recurre a este tipo de medidas. En opinión de la CIG, “é imposible reconducir as relacións laborais” y es necesario el cese de quien tomó esta decisión y quienes la autorizaron.
El nombramiento de Oliva estará sin duda hoy muy presente en la asamblea que se celebrará en el astillero ferrolano. Trabajadores de la principal y de las auxiliares votarán un nuevo calendario de movilizaciones en demanda de ocupación y condiciones laborales.