El buen tiempo acompañó a la festividad de los Reyes Magos, lo que permitió a los niños disfrutar de los regalos al aire libre.
Así, algunas plazas de Ferrol se convirtieron en un enjambre de menores que, rodeados de padres, amigos y familiares, trataban de sacarle el mayor partido a lo que solo unas horas antes les habían dejado Melchor, Gaspar y Baltasar en sus casas.
Y es que en los hogares de Ferrol y comarca se volvieron a repetir las escenas de la alegría de aquellos que reciben lo que llevaban tiempo esperando, así como alguna que otra decepción de los que a última hora decidieron cambiar sus peticiones, por lo que a los Reyes les resultó casi imposible hacer realidad sus deseos.
A estos últimos les queda todo un año para poner en orden sus preferencias antes de recibir la próxima visita de los Magos, que será dentro de 364 días.