Antes de hacer frente a lo que va a ser una semana normal de trabajo, la que servirá para preparar el encuentro ante el Caudal –primero de la segunda vuelta liguera del grupo I–, la plantilla racinguista aprovecha estos días para recuperar el ritmo que conlleva la competición. La doble sesión de entrenamiento realizada ayer en A Malata sirvió para poner el punto final al año –los jugadores tendrán descanso hoy y mañana– a través de unos ejercicios de eminentemente carácter físico que, como recordó el encargado de esta parcela de la escuadra verde, Fran Beade, buscan “intensificar el trabajo y recuperar determinadas cargas”.
La intención es que, después del parón navideño, el equipo ferrolano mantenga la buena racha que lo llevó a encadenar tres triunfos en los últimos cuatro encuentros –en ninguno conoció la derrota–, lo que lo sitúa en la décima posición. “Siempre se dice que los parones le vienen mal a los equipos que están en una racha positiva y bien a los que están en una negativa... pero eso es más a nivel psicológico”, razona un Fran Beade que confía en que el cuadro verde no se vea influido por esta circunstancia. “La intención es que la gente no salga relajada frente al Caudal y que mantenga el nivel de esfuerzo de las últimas jornadas”, asegura.
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De todos modos, el hecho de que la plantilla racinguista haya realizado sesiones dobles de trabajo tanto el jueves como ayer no significa que, tras el parón, sea necesario realizar más sesiones de trabajo para recuperar una condición física ideal. A este respecto, Fran Beade explica que “el estado de forma que se demuestre en los partidos sí que está vinculado con los entrenamientos... pero no tanto con el número de sesiones sino con lo que se haga internamente en ellas”. Y es que, como explica el ayudante de Miguel Ángel Tena, lo más importante de cualquier ejercicio es lo que se haga durante su celebración, no el número de ellos que se lleven a cabo en una semana.
La vuelta al trabajo de la plantilla racinguista, asimismo, le ha permitido a Fran Beade comprobar el buen estado en el que llegaron todos los jugadores, algo que el preparador físico considera normal hoy en día –“la gente es consciente de que no puede venir con sobrepeso”, asegura–. Incluso llegadas como la de Laro Setién no influyen demasiado en el trabajo que realiza la plantilla racinguista porque, como recuerda Fran Beade, “si el estado de forma en el que llega un jugador es mínimamente acaptable, este vestuario acoge muy bien a los nuevos, que facilita la integración, por lo que no altera demasiado la llegada de gente”.