Decenas de miles de personas recorrieron ayer el centro de Madrid para exigir el fin de la violencia contra las mujeres, convertir este asunto en una cuestión de Estado y reconocer que esta vulneración de derechos se produce dentro y también fuera de las relaciones de pareja.
Se trata de la primera gran manifestación estatal que convoca con esta temática el movimiento feminista y las más de 300 organizaciones que lo sustentan en todo el país. Para la organización “fue claramente un éxito” y una muestra de que las mujeres no van a “seguir calladas” ante el “atropello constante” del machismo.
ambiente festivo
No manejan cifras concretas de asistentes, más allá de las 21.000 que saben que se desplazaron en trenes y autobuses a Madrid, pero hablan de cientos de miles de personas porque la desembocadura del paseo del Prado en la glorieta de Atocha seguía atestada de gente cuando la cabecera de la manifestación terminaba el trayecto, en la plaza de España.
“A la mujer que no lucha, no se la escucha”, “No se han muerto, las han asesinado”, “No es arrebato, es asesinato”, “Nos queremos dignas” y “Nos queremos vivas” son algunas de las proclamas que se escuchaban durante la manifestación, que se desarrolló en un ambiente festivo salpicada de actos simbólicos y a ritmo de batucada.
El único incidente reseñable ocurrió al inicio, durante la primera lectura del manifiesto a cargo de Ángela González, cuyo ex marido asesinó a la hija de ambos durante el régimen de visitas. Un reducido grupo de personas con carteles del partido VOX increpando a las asistentes al grito de “feminazi” y “el género no tiene violencia”, provocando que por unos minutos, se interrumpiera la lectura.