Novagalicia y tres sindicatos cierran el acuerdo sobre el ERE de la entidad

Novagalicia Banco y los sindicatos CCOO, UGT y Csica, que firmaron el preacuerdo y que copan el 81,5% de la representación sindical, llegaron ayer a un acuerdo definitivo sobre el ERE mediante la rúbrica del mismo. El expediente afectará a 1.850 trabajadores, convirtiéndose, de este modo, en el mayor de la historia en Galicia.

Tras la reunión en el edificio de Novagalicia en la Praza de Cervantes, en Santiago, la directora de Recursos Humanos de la entidad, María Camino, destacó que el pacto beneficia tanto a los empleados, puesto que “minimiza el impacto” en la plantilla; como al banco –que cumple las exigencias de recorte– y a los clientes, al permitir incrementar el horario de algunas oficinas.

Desde UGT se mostraron satisfechos aún sabiendo el “drama” que supone para 1.850 personas, porque “no se ha podido hacer nada más por la plantilla”.

Además, afirmó tener “la conciencia tranquila” ante las acusaciones de la CIG.

En concreto, los sindicatos CIG, ASCA y CGT denunciaron que Novagalicia no les dejó participar ayer en la rúbrica del acuerdo sobre el ERE por no suscribir el preacuerdo, y aseguraron que quienes lo firmaron lo aceptaron porque les beneficiaba personalmente.

Clodomiro Montero, de la CIG, como portavoz también de sus compañeros de ASCA y CGT, consideró “llamativa” y “extraña” esta situación, porque quedaron “muchos puntos inconcretos” en el preacuerdo que había que precisar, pero “acaban de dejarnos fuera”, denunció. Montero y sus compañeros de ASCA y CGT salieron de la sede de Novagalicia una hora después de comenzar el acto de firma.

“No estamos de acuerdo con muchas cuestiones”, entre otras, las condiciones que se negociaron para las prejubilaciones, que afectarán a 455 personas mayores de 53 años “con cargo a la reducción salarial de los que quedan”, dijo.

Sobre las bajas incentivadas, aseguró que llegó un momento en que Novagalicia aceptó la propuesta de la CIG “mejor que la que hay hoy”, pero “hay quien hizo una llamada a Madrid y desde algún sindicato se dijo que eso no se podía firmar porque estaba por encima de Bankia”.