La atención a pacientes de Covid-19 que necesiten hospitalización seguirá prestándose en el Arquitecto Marcide y en el Hospital Naval. Este último centro empezó a utilizarse cuando los ingresos comenzaron a superar la capacidad de la planta séptima y de la UCI del primero de ellos. Eran 37 camas y 10 unidades de cuidados intensivos en el Marcide, que se ampliaron a otras 36 y a otras 10 en el Naval, para atender al pico de demanda asistencial que se produjo a principios de abril. La hospitalización, ahora, ha bajado y, aunque las cifras permitirían una hipotética concentración de afectados en un solo hospital, el desdoblamiento continuará.
“Mientras no haya una valoración de la onda epidémica y una línea clara del desescalado social, se mantiene el trabajo en los dos hospitales y en los dos ámbitos, el de la hospitalización y el de la Unidad de Cuidados Intensivos”, explican fuentes del Área Sanitaria. Se está a la espera de los efectos que pueda tener la Semana Santa en el aumento de casos, así como la vuelta al trabajo en algunas actividades no esenciales, que se produjo esta semana y cuyos efectos todavía no se conocen. La lentitud con la que se manifiestan los primeros síntomas y aún más la gravedad, hasta necesitar ingreso, hace que no se puedan medir las consecuencias de las decisiones de confinamiento o de apertura hasta semanas después. Por este motivo desde el Área, la menos afectada en número de casos de Galicia, no quieren confiarse y tomar medidas de repliegue demasiado pronto.
Otro motivo por el que mantener esta atención en los dos hospitales tiene que ver con la propia efectividad en el trabajo que realizan los profesionales y en la comodidad de los afectados. “Se modula la actividad según las necesidades y evitando traslados innecesarios de pacientes. La actividad está repartida y lo estará mientras no se produzcan unas cifras de bajada clara durante un periodo de tiempo”, añaden.
Reactivación de citas
El descenso en la presión en los hospitales puede conllevar también una recuperación de las consultas. Las distintas especialidades se han organizado en las últimas semanas para hacer seguimientos telefónicos siempre que fuese posible y atender solo los casos y pruebas inaplazables. De esta forma se facilitaban turnos de trabajo para cubrir posibles bajas y también se minimizaban los desplazamientos y el riesgo de contagios para trabajadores y pacientes. En función de las directrices de las autoridades podrán variar estas normas para permitir mayor atención presencial. A la espera de lo que pueda pasar, en el área sanitaria han empezado las reuniones para estar preparados ante un posible “deshielo”.
“Habrá unas medidas valoradas a nivel general, del Sergas y de Salud Pública, y una adaptación en cada área sanitaria”, explican. “Están previstas reuniones con los directores de los servicios la próxima semana para tener en cuenta todas sus valoraciones clínicas y técnicas y tener todo previamente perfilado. Con todo, se está a la espera, en paralelo, de otras decisiones a nivel ministerial y gallego, para una máxima coordinación”, añaden.
Menos ingresos y más casos
Los datos de coronavirus en el Área Sanitaria de Ferrol, conocidos ayer y referidos al viernes, mantienen la tendencia de esta semana, con un aumento mínimo en el número de casos activos, descenso en la hospitalización y crecimiento de altas. En cuanto a centros de mayores y de atención a dependientes, las cifras son las mismas que el día anterior, con siete ancianos afectados y tres trabajadores, en el primer caso (con el foco principal en la residencia As Fragas, en Pontedeume); y dos usuarios y ocho trabajadores, en los CAPD (con mayor incidencia en el CAMF).
En cuanto a hospitales, se registran 36 personas ingresadas, tres menos que en la jornada anterior y en cifras que no se conseguían desde hace tres semanas, antes de la explosión de la epidemia en la zona y de la subida de casos. 29 pacientes están en planta y se mantienen siete personas en la Unidad de Cuidados Intensivos. La cifra total de casos activos es de 345 (dos más que el día anterior) y las altas llegan hasta las 61 (también dos más).
En el lado negativo hay que contar las víctimas mortales, que han sido, desde el 22 de marzo, 21 en hospitales y dos en un centro de mayores.
Ferrol mantiene una estabilidad en cifras que hace prever una bajada si se mantienen las medidas de distancia social y se controlan así los contagios. En cualquier caso, el cruce de datos de positivos totales y de pruebas realizadas muestra un porcentaje de positivos en torno al 10%, mientras que el resto estaría dando negativo en los test. Esta cifra, baja, que se corresponde con índices similares en el resto de Galicia, mantiene en alerta al sistema sanitario respecto a repuntes o futuras oleadas, mientras no se consiga la inmunidad de la población.