Amigos de Escaes inauguró en Perú una escuela y un proyecto de agua

Amigos de Escaes inauguró en Perú una escuela y un proyecto de agua
la fiesta de la escuela fue muy emotiva y contó con la presencia de alumnos y familiares

María Isabel González-Rico Alonso, presidenta de la ONG Amigos de Escaes, y Guadalupe Cabarcos Yáñez, tesorera, acaban de regresar de un viaje inolvidable para ellas. Del 15 de abril al 17 de mayo estuvieron en Perú para conocer de primera mano la labor que la asociación Escaes lleva a cabo en el departamento de Piura y proceder, además, a la  inauguración de dos de las obras que han podido convertirse en realidad gracias a la ONG, presidida por una ferrolana.
La dificultad del viaje –de Madrid a Lima, de allí a Piura y después seis horas en camioneta por caminos hasta Ayabaca y finalmente andando hasta los poblados– sería un adelanto de lo que se iban a encontrar en el sector de Totoras, una zona con un total de 20 familias conformadas por entre cinco y seis miembros, que hasta el momento no contaban con agua potable.
El objetivo del viaje, además de conocer la zona y la labor de la ONG, era inaugurar dos actuaciones. La escuela destinada a educación infantil –de cero a cinco años– facilita la educación de 26 niños, que, de otro modo, no estarían escolarizados, ya que la ley no contempla este ciclo educativo.
Como explicó la presidenta de la entidad, “es una escuelita muy linda, con mucha claridad –no posee todavía luz eléctrica–, con un aula hexagonal y material escolar cedido por Ayuda en Acción”. Las clases son impartidas por una maestra del estado, aunque su sueldo –menos de 100 euros al mes– es menor que si prestase educación a alumnos de Primaria.
Pero además del proyecto del aula de educación, que funciona ya desde  el mes de marzo, Amigos de Escaes inauguró otro proyecto de gran interés, relacionado con el agua. Llevar un grifo de agua potable a cada familia puede parecer algo simple, pero no lo es en una zona como Totoras. Hasta ahora, los niños y las mujeres eran los encargados de desplazarse hasta los charcos más próximos a sus casas a recoger agua.
Las enfermedades causadas por el consumo de agua en malas condiciones eran una constante, ya que la compartían con animales y los desplazamientos, cargados con vasijas, eran duros. Ahora, gracias a este proyecto, un total de 18 familias tienen agua para asearse, lavar la ropa, fregar, etc.
La escuela supuso una inversión de 12.000 euros y la traída del agua 10.000, unos costes económicos, ya que son los propios beneficiarios los que llevan a cabo la mayor parte del trabajo, dirigidos por los expertos.
María Isabel y Guadalupe se traen, pese a la dureza del viaje, un muy buen recuerdo. Los actos inaugurales fueron toda una fiesta de agradecimiento, aunque quedaron impresionadas por que desde el año 2010 –cuando realizaron su anterior visita– hasta ahora, los únicos cambios y avances en esta zona fueron los que ejecutaron ésta y otras ONGs. “El Estado –apunta la presidenta de Escaes– no atiende las zonas fronterizas, por lo que se aprecian dos Perú,: el turístico y el de pobreza extrema”.

Amigos de Escaes inauguró en Perú una escuela y un proyecto de agua

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