La lluvia deslució ayer la celebración del Samaín en varios municipios de la comarca, una inestabilidad meteorológica que, sin embargo, no impidió la celebración de esta festividad celta que marca la finalización de la temporada de la cosecha y el comienzo del invierno. Fue el caso del que se celebró en la AVV de Esmelle, en Ferrol y que incluyó el ya tradicional concurso de calabazas decoradas, la visita de “meigas e bruxos” e incluso la degustación de castañas asadas y caldo de melón. Eso sí, todo bajo cubierto.
Precisamente el hecho de tratarse de una actividad al aire libre fue lo que obligó ayer al Concello de Valdoviño a cambiar el viejo cementerio de San Pedro de Loira por el escenario de la Casa da Cultura, donde la compañía Odaiko ofreció a los asistentes igualmente su espectáculo “O espantamedos”, una función que, a través de cuentos y canciones, enseña a los niños a enfrentarse a los miedos. Eso sí, en una ambiente mucho menos tétrico, que el Concello decoró igualmente con las calabazas elaboradas por los alumnos del CRA O Esquío y del Aula da Natureza-PAI.
Cedeira calentó motores para una de sus celebraciones más “senlleiras” –el plato fuerte de la programación se llevará a cabo en la tarde de hoy– con el desarrollo de talleres de zonchos y pintura en los toldos situados en el paseo da Mariña, donde a partir de las siete de la tarde también se representó la obra “Dona Barriga Verde” a cargo de Larraiz Urrutzola.