Las obras en el centro impiden la entrada en vigor de la ORE

Las obras en el centro impiden  la entrada en vigor de la ORE
señalización vertical calle Lugo

El gobierno local presentaba hace justo un año a comerciantes, hosteleros y vecinos un plan de tráfico para el centro que después se concretó en una denominación: Ordenanza Reguladora do Estacionamento. Consistía, básicamente, en reordenar las plazas de aparcamiento existentes en el barrio de A Magdalena manteniendo la zona azul y los espacios de carga y descarga e introduciendo dos nuevas figuras: la zona verde para residentes y la naranja para aparcamiento exprés.
Aquel primer documento se pulió después y se introdujeron cambios para ampliar el tiempo destinado a esta última modalidad de estacionamiento –se pasó de los 15 minutos iniciales a 30– y para reorganizar el número de plazas que inicialmente se destinaba a cada tipo de aparcamiento. Pero lo cierto es que aquel anuncio de que la ordenanza entraría en vigor entre abril y mayo –tras la señalización– no solo no se cumplió sino que los trabajos de pintado se iniciaron mucho después, a finales del mes de septiembre, y no estuvieron exentos de polémica por los problemas de tráfico que ocasionaron. Tanto fue así que todavía no han finalizado –la pintura ya se ha borrado en algunas zonas–, aunque ayer se colocaban en el centro algunas señales verticales.
A día de hoy, doce meses después de iniciados los trámites, todavía no hay fecha para la aplicación de la ORE. Desde el gobierno local se confirmó que la ordenanza no se aplicará antes de que concluyan las obras en marcha que afectan en la actualidad al centro de la ciudad. Y la finalización no es, desde luego, inminente. Las de la calle Alegre, en Canido, tienen como horizonte “antes del verano”, las de Irmandiños deberán estar finalizadas “la próxima primavera” y las del Sol cumplen el próximo marzo los cinco meses de plazo de ejecución previsto.
No obstante, el concejal de Tráfico, dejando a un lado los trabajos de Irmandiños, que no dependen del Concello, es optimista. Recuerda que en muchos casos las obras municipales se han adelantado a lo previsto y confía en que a finales de febrero pueda haber una situación de normalidad en materia de tráfico. Aun así  insiste en que cualquier cambio se avisará con antelación y tiempo suficiente y pide tranquilidad a los vecinos en este sentido. Cal reiteró que no sería razonable aplicar la ordenanza hasta que haya una situación de estabilidad circulatoria en el centro y apuntó en este sentido que “al ciudadano no se le puede machacar”.
El concejal no quiso avanzar una fecha para la entrada en vigor de la normativa, pero tampoco descartó que pueda hacerlo antes de las elecciones. Y eso a pesar de que todavía hay trámites pendientes, entre ellos, el primero, la publicación de la ordenanza definitiva con las modificaciones que se plantearon con respecto al documento inicial. Habrá que entregar las tarjetas de residentes, completar la señalización y hacerse con el vehículo que recorrerá las calles para vigilar los incumplimientos –el primer concurso quedó desierto–, aunque todo esto se resolvería con rapidez, según Pablo Cal.

tarjetas de residentes
Hasta que finalicen las obras sí se puede ir avanzado en algunas cuestiones relacionadas con la ORE, como las tarjetas de residentes. Pero el planteamiento que realiza el Ayuntamiento al respecto choca frontalmente con una parte de los vecinos. La asociación Pedro Padrón entregó hace unos días en el registro municipal 612 firmas para pedir la retirada de una ordenanza que consideran “irracional, ilegal e inviable”, además de asegurar que empeorará la situación “xa caótica” del tráfico en el barrio de A Magdalena.
Sin embargo, según reiteró el alcalde en diferentes ocasiones, es la posibilidad de facilitar el aparcamiento a los residentes en el barrio uno de los objetivos principales de la ORE.
Ayer Pablo Cal reconocía el derecho a oponerse a la ordenanza, pero recordaba también que en el período de alegaciones no se presentó ninguna. “A priori no es demostrable que vaya a ser una maravilla o que deje de serlo, por lo que yo pediría que se le dé una oportunidad”, dijo. Mostró, además voluntad de diálogo al respecto, eso sí, sin llegar a la retirada de la propuesta, como plantea la asociación Pedro Padrón. En este sentido señaló que en el barrio de A Magdalena residen 20.000 personas, a las que hay que sumar los que acuden al centro a trabajar, una cifra muy superior a las 600 firmas recogidas por la entidad.

cambios
Las últimas previsiones del gobierno local pasaban por entregar un total de 1.221 tarjetas, lo que supone una por cada 4,6 plazas de estacionamiento reservado a residentes. Esta cifra no se corresponde con el número de vehículos censados en el barrio de A Magdalena, que ascienden a un total de 1.996, pero el objetivo es entregar una tarjeta por domicilio con vehículos censados, independientemente de que sean uno o más.
El número de espacios para estacionamiento de personas del barrio de A Magdalena se amplió de las 232 que se contemplaban en un principio hasta 262.

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