Se impuso la necesidad

Se impuso  la necesidad
F�tbol Racing de Ferrol contra Oviedo

Carolina pernas
FERROL

Se le escapó el primer “match ball” al Racing de Ferrol en su lucha particular por romper con las estadísticas que dicen que un recién ascendido de Tercera División no debería estar en condiciones –los ferrolanos siguen en puestos de promoción– de meterse en el play-off de ascenso a Segunda. Ayer se jugaba esa “pelota de partido” con un equipo sin espacio para el error, el Real Oviedo, y fue precisamente esa mayor necesidad la que llevó a los asturianos a hacerse con tres puntos que, al menos por una semana, les permiten seguir pensando en salvar la temporada.
Los ovetenses salieron desde el minuto uno a presionar la salida del balón, obligando a la primera línea verde a tener que renunciar a ese control inicial. Las posesiones asturianas eran largas, pero sin excesivo peligro –abonados al saque de esquina, no podían concretar– y las ferrolanas mucho más cortas y sin peligro alguno. Hasta que, en el minuto 17, un rapidísimo Diego Vela –a pase de Pablo Rey– tuvo la posibilidad de anotar el primero para los verdes en un mano a mano con Pol que el meta rozó solo lo suficiente como para evitar el tanto racinguista. Esto llevó a los visitantes a retroceder un poco para proteger su portería, aunque sin renunciar al gol que tanto necesitaban. Susaeta sacó bien una falta directa que rechazó Mackay pero el “susto” de este período se lo llevó el nuevo meta racinguista casi cuando se rozaba el descanso, en una ocasión que, de nuevo, echó en falta más definición de los ovetenses.
La reanudación no trajo un cambio sustancial del partido, con los dos equipos “rondando” las áreas pero sin terminar de ajustar la mira, con muchas ayudas sobre Manu Barreiro que casi no dejaban jugar al delantero gallego y un Marcos Álvarez que, incansable, buscaba desequilibrar una y otra vez por su banda. Un intento a balón parado del Oviedo –como llegaron la mayor parte de sus oportunidades– se resolvió con fortuna para los racinguistas –el rebote le cayó al meta ferrolano en los guantes– y advertía a los locales de que no podían confiarse ante un grupo de calidad al que se le estaba agotando el tiempo. Y entonces llegó la ocasión que no podían desaprovechar, un error de la defensa verde en un saque de banda permite a Sergio García recoger el balón dentro del área donde Pérez le pisa la bota llegando a destiempo. La pena máxima la lanzó y convirtió Susaeta, dando paso a unos intensos veinte minutos finales.

fantasma
Y es que el Racing falló en lo que mejor se le venía dando en otros encuentros, mantener la cabeza fría, buscando su oportunidad. Con mucho empuje y derroche físico, todos los futbolistas se lanzaron a por un empate que podía haber llegado en una falta directa. Pablo Rey, desde bastante más allá del borde del área, estrelló el balón en el larguero de Pol, botando este a posteriori en el lado “seguro” de la línea blanca pero dejando en la grada la duda de si habría sido un gol fantasma. Los sucesivos rechaces que se produjeron no pudieron ser aprovechados por los de Aira en un auténtico “rebumbio” –con caídas y empujones incluidos– del que el valenciano Gil Coscolla se inhibió completamente. El Oviedo terminó pidiendo la hora y celebrando los tres puntos como si fuera la final de Champions, mientras que el Racing, el David de este duelo, se prepara ya para su próximo “match ball”. n

Se impuso la necesidad

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