Después de estrenarse la semana pasada en el liderato en solitario del grupo I, el Racing no quiere perder ese puesto y victorias sufridas como la que ayer consiguió sobre el Valladolid B confirman que su intención es aferrrarse a él con uñas y dientes. A pesar de las ausencias que se le acumulaban en defensa y a la lesión en la primera parte de un Pablo Rey que podría estar de baja algunas semanas, el cuadro verde demostró disponer de argumentos para ganar todo tipo de partidos y a todo tipo de rivales. Le bastó con veinte minutos brillantes en la segunda parte para marcar dos tantos y, a partir de ahí, mantener el botín que había logrado.
Pero antes del segundo acto el encuentro había destacado por su gran igualdad. Racing y Valladolid B demostraron en la primera parte que son dos equipos que buscan hacerle daño a su rival a través de la posesión, aunque sus acciones apenas llegaron a convertirse en ocasiones de gol. De hecho, hubo que esperar al tramo final de este primer período para anotar dos ocasiones –eso sí, clarísimas– para abrir el marcador. La primera estuvo en pies de Caye que, tras recibir un pase entre líneas, se quedó solo ante el meta Mackay, que rechazó el disparo de su rival. La segunda la tuvo Joselu que, tras deshacerse de los dos defensas que tenía enfrente, disparó demasiado alto cuando parecía que lo más fácil era hacerlo entre los palos de la portería del filial pucelano.

profundidad
Fue en los primeros minutos de la segunda parte cuando se vio al mejor Racing, con más velocidad a la hora de combinar la pelota, profundidad a la hora de entrar por las bandas... Pero las opciones de gol en este tramo no fueron demasiado claras, así que la manera en la que se abrió el marcador no entraba enel guion. Fue un lanzamiento lejano de Maceira, que se coló como una exhalación en la portería visitante para conseguir lo que parecía más difícil en el encuentro de ayer.
El tanto, de hecho, hizo que el partido se abriese más y el filial pucelano empezó a demostrar la velocidad, calidad y dinamismo de sus jugadores. Un error en un despeje, sin embargo, le costó un segundo tanto del Racing, después de que Peláez se hiciese con un balón suelto y sorprendiese al meta visitante con una vaselina precisa. Pero, a pesar de que las cosas le pintaban mal, el cuadro visitante no le perdió la cara al encuentro y recuperó sus opciones de sumar tras el gol de Casado en una acción a balón parado que volvió a reducir las distancias a veinte minutos del final.
Incluso las cosas se le pusieron peor al Racing por culpa de una dura entrada de Juampa en el centro del campo que le costó la tarjeta roja directa. Por eso los últimos minutos fueron un acoso constante del Valladolid B sobre la portería de Mackay que, sin embargo, apenas tuvo que intervenir, así que el cuadro verde se quedó con los tres puntos, con el liderato... y ya puede pensar en el sueño que para él es esta temporada la Copa del Rey.