Los duques de Sussex fueron escoltados por motocicletas y coches policiales hasta el aeropuerto de Auckland para dirigirse a Londres, según el portal de noticias Sutff.
La pareja real terminó la víspera el conjunto de actividades oficiales con la participación en una caminata pública en la ciudad de Rotorua, en la Isla Norte, donde el duque alabó en maorí a la gente joven por su talento en la preservación y promoción de la lengua nativa.
Durante el viaje de 16 días, el príncipe Enrique inauguró y clausuró los Juegos Invictus que él mismo creó para veteranos y exmilitares heridos en operaciones militares, y promocionó junto a su esposa proyectos medioambientales y educativos.