Corea del Norte disparó ayer dos misiles balísticos de corto alcance. Una decisión que muestra un endurecimiento de su postura en pleno atasco del diálogo con EEUU. y empeora el clima en la península coreana.
“Corea del Norte disparó hoy (por ayer) dos proyectiles que se estima que son misiles de corto alcance desde la provincia de Pyongyang del Norte a las 16.29 y 16.49 hora local en dirección este y con un alcance de 420 y 270 kilómetros”, explicó en un comunicado el Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS).
El texto añadió que los proyectiles cayeron en el Mar del Este (nombre que recibe el Mar de Japón en las dos Coreas).
La prueba se realizó en las cercanías de Sino-ri (unos 75 kilómetros al noroeste de Pionyang), donde el régimen tiene una base que desempeñó un importante papel en el desarrollo de misiles de alcance intermedio para el ejército norcoreano.
Japón, por su parte, explicó que no hay indicaciones de que los proyectiles cayeran en torno a su zona económica exclusiva (EEZ) y que por ello los lanzamientos no afectan en un principio a la seguridad nacional.
Esta prueba de armas llega apenas cinco días después de que Corea del Norte disparara también varios proyectiles, algunos de los cuales se cree que eran misiles de corto alcance similares al Iskander ruso.
Estas acciones endurecen el tono de Pyonyang en pleno estancamiento de las conversaciones con Washington tras la fallida cumbre de Hanói y parecen exigir un pronto retorno a la mesa de negociación.
En Hanói el régimen pidió una desnuclearización y una relajación de sanciones gradual, algo que la Casa Blanca, que apuesta por un desarme norcoreano inmediato, consideró inaceptable.
Disparar este tipo de proyectiles viola las resoluciones de la ONU, que prohíben a Corea del Norte probar cualquier tipo de misiles balísticos o tecnología relacionada, aunque el propio presidente surcoreano, Moon Jae-in, consideró en una entrevista televisada que es demasiado pronto para hacer valoraciones en el sentido de eventuales violaciones por parte de Pionyang.
La última vez que se confirmó que el ejército norcoreano probó un misil de este tipo fue en noviembre de 2017, cuando disparó uno intercontinental con capacidad para alcanzar EEUU.