Faltan nueve jornadas para que acabe el campeonato liguero del grupo 1 y el Somozas ya está en la barrera de los cuarenta puntos. Es lo mejor que el cuadro verdiblanco sacó del partido que ayer lo enfrentó al Ribadumia, un equipo inmerso en la lucha por la permanencia y que sigue a la misma distancia en la tabla clasificatoria.
El fuerte viento reinante –en la primera parte favorable al Somozas– no solo condicionó el juego, sino que provocó errores como el que el Ribadumia estuvo a punto de aprovechar a los ocho minutos si no fuese por la parada de Manu Cedrón en el mano a mano ante un rival. El portero del cuadro local, de hecho, fue el protagonista de este tramo inicial con una nueva parada de mérito, en esta ocasión en una jugada combinativa que estuvo a punto de significar el empate, porque antes el cuadro verdiblanco se había adelantado después de que Joseja Amat cabecease a las mallas un centro desde la izquierda tras una acción a balón parado.
El dominió del partido se alternó durante el resto de la primera parte y, aunque fue el Ribadumia el que más se acercó a la portería contraria, la mejor ocasión de este período inicial fue del Somozas. En concreto, un lanzamiento de Dani Bellas desde fuera del área visitante que se estrelló en el larguero, lo que hizo que el partido llegase más decantado al intermedio.
El viento inclinó el duelo en la segunda parte hacia la portería del Somozas, además porque el Ribadumia dio decididamente un paso hacia delante. De hecho, no habían pasado ni diez minutos de este segundo acto y el cuadro pontevedrés ya había restablecido el empate gracias a un disparo de Monchito desde la frontal que se coló sin oposión. En realidad, el tanto fue el reflejo de un decorado que pintaba mucho mejor para el cuadro visitante y que para el local le iba a traer cierto sufrimiento.
La situación se fue igualando más con el paso de los minutos. Incluso el Somozas, con el partido ya roto en los instantes finales, se acercó con peligro a la portería contraria. Sin embargo, el marcador ya no se movió y dejó a ambos en la misma situación en la que había iniciado el encuentro. Eso sí, con una jornada menos.