Con menos de diez puestos de venta de productores de mercado –de huerta y floricultura– retomó ayer su actividad el mercado exterior de Recimil. Los compradores respondieron demandando productos frescos, sin embargo, algunos de los que en su día ofrecían sus productos criticaban haberse quedado sin puesto, pese a haberlo solicitado como los demás, sin ninguna explicación.
Desde el Concello, por el contrario, se indicó que había habido ocho solicitudes y todas se concedieron y que para distribuir los espacios es precisa una solicitud previa, como se les indicó ayer mismo, de modo que a partir de hoy pueda haber más –el mercado “de campesinos” se instala de lunes a viernes–. Los puestos se conceden, explicó el edil de Mercados, Germán Costoya, por orden de petición hasta que se agote el espacio que garantice la distancia de seguridad y que permite la ubicación de 15 puestos.
En el caso de que sobrepase este número, se buscará una solución de modo que unos vengan un día y otros otro u otra posible fórmula.
Otro de los sectores que se vio favorecido con el inicio de la tercera fase de la desescalada es el de la hostelería. Además de las terrazas y las mesas interiores –reduciendo la capacidad– desde ayer se pueden usar, además, las barras del bar, algo muy típico de la ciudad en establecimientos en los que es una costumbre arraigada el chateo. De hecho, algunos locales esperaron a esta tercera fase para abrir.
Los gimnasios también retomaron su actividad, unos con cita previa y otros con reducción de espacio y aforo y, todos ellos, con medidas de seguridad y limpieza, que han llevado, en algunos casos, a ejecutar obras durante el confinamiento.