Trabajo por encima de talento

Trabajo por encima de talento
pabellón de A Malata partido femenino de baloncesto entre el Baxi Uni Ferrol y el Cadí La Seu

l cuadro ferrolano ha arrancado la competición con tres derrotas consecutivas y tanto la sombra de esos éxitos pasados como el hecho de que los traspiés se hayan acumulado en apenas una semana parecen haber magnificado la repercusión de sus derrotas. 
“Las expectativas estaban muy altas, pero la realidad de la plantilla no era esa y ya sabíamos que la temporada iba a ser muy dura”, insiste Carles Martínez. El técnico valenciano, evidentemente, no está satisfecho con el saldo de estos primeros partidos, pero sí con la respuesta que el grupo ha tenido: “nos hemos unido más”. Por eso, confía en que el trabajo que están haciendo, más temprano que tarde, acabe dando sus frutos.

La Liga Dia, con su exigente arranque, no perdona a los equipos que no llegan al debut perfectamente afinados y el Baxi Ferrol, con muchas piezas por acoplar y las lesiones de Marina Delgado y Natalia Rodríguez complicando sus planes, no lo estaba. Entre viajes y partidos, poco tiempo quedó para reconducir las cosas. Pero esta semana, con más pausa, Martínez asegura que “empezarán a verse los resultados” de esas correcciones.

Más que nadie, él conoce los males que acechan al equipo, esa “falta de solidez y continuidad en defensa y ataque” que ha impedido que, en los instantes decisivos, el Baxi Ferrol haya sido competitivo en ninguno de esos partidos. En todos ellos se “desconectó” del juego al menos durante un cuarto con consecuencias nefastas. Y, lo que es peor, cuando el desconcierto reinó, el juego individual acabó imponiéndose, sin éxito, al colectivo. “Sé que es algo innato a algunas de las jugadoras que tenemos”, reconoce “pero en todos los equipos en los que he estado he acabado imponiendo un juego colectivo. Lo que yo quiero es que las individualidades estén siempre al servicio del equipo” y, precisamente sobre esa idea la plantilla ha trabajado en los últimos días: “Las jugadoras se han dado cuenta que no somos un equipo que tenga talento, que no vamos a ganar por lo que cada una haga por su cuenta, sino trabajando como equipo”. 


Un planteamiento coral en el que todas deben sumar, incluidas baloncestistas como Miscenko o Fong, cuya adaptación ha sido más lenta, “porque venían de jugar a un nivel más bajo”, pero que poco a poco “se están integrando y aportando más”. Que ellas respondan permitirá también rebajar el excesivo volumen de minutos que jugadoras como Patri Cabrera, Amarah Coleman, Elin Gustavsson o Chatilla van Grinsven –todas holgadamente por encima de los 30 de media por encuentro– han tenido que asumir, con el desgaste físico y mental que ello supone. Y más para un equipo que Carles Martínez pretende que juegue a máxima intensidad. 

Solución
Pero ni las lesiones, ni el exceso de minutos, ni ser el segundo equipo que más puntos encaja, ni el peso de lo individual sobre lo colectivo, ni la precipitación ofensiva preocupan tanto al técnico como el hecho de conseguir la primera victoria. Y no por su repercusión clasificatoria, sino porque sabe que todos esos males se verán mitigados si las sensaciones generales mejoran y, para ello, necesitan un triunfo: “Las jugadores creen ciegamente en el trabajo que estamos haciendo, porque así me lo transmiten. Ahora es cuestión de que llegue esa victoria para que tengan tranquilidad para estar cómodas y seguir haciéndolo”.

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