Donald Trump no cesan de salirle enemigos en el mundo del espectáculo. Los últimos, Charlie Sheen y la banda Queen. El primero arremetió duramente contra el candidato republicano, tras tacharle de “charlatán”. Fue en el espacio The Graham Norton Show, donde, entre otras cosas, relató como en el pasado el multimillonario le regaló unos diamantes falsos cuando coincidieron en un restaurante en el que se encontraba cenando con la que por aquel entonces era su pareja, Brooke Mueller. “Noté que Donald se quedaba mirando mi reloj y me dijo: ‘quiero darte un regalo anticipado de bodas por parte de Melania y mío. Estos diamantes de Harry Winston’. Se quitó sus gemelos y me los dio”, relató la estrella televisiva al presentador.
Meses más tarde, el protagonista de Anger Management, llevó el preciado obsequio a una experta que tardó segundos en confirmarle que se trataba de estaño barato y circonitas. “Espero que la gente de Estados Unidos tome la decisión correcta y el circo acabe antes de que contamine el despacho oval”, subrayó el intérprete de 50 años.
A esta anécdota se suma además la indignación Brian May, líder y guitarrista de la banda británica Queen, por la utilización del emblemático We Are The Champions en su campaña electoral. “Esto no es un comunicado oficial de Queen, pero puedo confirmar que no se ha dado permiso para que utilicen esa canción. Estamos asesorándonos sobre los pasos a seguir para que no vuelva a repetirse”, anunció el músico en su cuenta de Twitter.
El músico recordó que el grupo jamás ha dejado que sus canciones formen parte de ninguna campaña electoral, sea cual sea el político de turno que haga uso de ellas. De esta manera, el mítico grupo se suma a otros cantantes y agrupaciones, como Adele, Rolling Stones o Aerosmith, que han censurado la utilización de sus creaciones por parte del equipo del aspirante a la Casa Blanca.