La relación de Camilo José Cela con el arte y sus protagonistas a través de la revista “Papeles de Son Armadans”, de la que fue fundador y director, da pie a una exposición en la que confluyen dibujos de Pablo Picasso, Joan Miró, Manuel Viola, Antoni Tàpies, Manuel Millares o Antonio Saura, con retratos, cartas y manuscritos del escritor gallego o textos de Gregorio Marañón, Dámaso Alonso o Sánchez Ferlosio.
“Cela: literatura y arte. La pintura a través de Papeles de Son Armadans”, puede verse en la Sala Municipal de Exposiciones de Las Francesas, en Valladolid, hasta el próximo 9 de julio. A la inauguración de la exposición acudió Camilo Cela Conde, hijo del Premio Nobel gallego, quien señaló la “ingente” labor de criba de los fondos que poseía su madre y que, hasta su exhibición en Valladolid, formaban parte de su “vida cotidiana”.
La muestra se organiza en torno a tres ejes que son Picasso, Miró y el grupo El Paso y, “más allá de la certificación que hagan los expertos”, representa “una manifestación de amistad”. Para Cela Conde, lo que se preveía como una revista “destinada al fracaso”, se convirtió en un referente con colaboraciones de figuras del arte que participaron “sólo porque se lo pedía Cela”.
En este sentido, el hijo del escritor de Iria Flavia destacó que actualmente no existe nada similar y ha achacado a esto su fama. “Tal vez nos maravilla porque no somos capaces de llegar ahí”, indicó.
Camilo José Cela, Premio Nobel de Literatura 1989, fue el fundador y director de “Papeles de Son Armadans”. El nacimiento y desarrollo de esta revista estuvieron unidos a la presencia del escritor en la isla de Palma de Mallorca durante más de treinta años.
La comisaria de la muestra, María Toral, subrayó el carácter “pionero” de esta revista, en plena década de los 50, con aportación de artistas españoles desde el exilio, al tiempo que puso a la exposición como una forma “diferente” de conocer a Cela y acercarse a una “faceta desconocida” del autor.
Se trataba de una publicación gestada en Mallorca pero con vocación de cruzar sus fronteras. En enero de 1956, la edición ya contaba con la participación de colaboradores para su primer número. Entre ellos, figuraban Gregorio Marañón, Alonso Zamora Vicente, José María Castellet, José María Moreno Galván, Dámaso Alonso, Carles Riba, Rafael Sánchez Ferlosio y Ricardo Gullón.
Su fundador comenzó a entablar una relación estrecha con intelectuales locales y de la península. La ambición de Cela con este proyecto literario se materializó en varias decisiones. Así, ofreció sus páginas a escritores españoles exiliados, como Rafael Alberti, Max Aub, Emilio Prados o Luis Cernuda.