La dureza que comporta la realización de la actividad de marisqueo a flote ha llamado la atención de la Ágora da Ciencia de Ferrol, que, como ha hecho y está haciendo en otros campos, está desarrollando un ambicioso proyecto de investigación social entre este sector.
La iniciativa, coordinada por el médico Carlos Piñeiro, aborda esta problemática desde una perspectiva multidisciplinar en la que, además de la del propio epidemiólogo, contará con las aportaciones del biólogo Andrés Lamas, la trabajadora social Ángeles Rodríguez Conejo y los sociólogos Carlos Abella y Róber Amado.
El estudio se centrará en 14 mariscadores y mariscadoras a flote de la ría de Ferrol. Parte de la base de que esta modalidad extractiva requiere la utilización de los raños o rastros, varas que miden entre los 10 y los 30 metros, y que en el momento actual no existe un sistema mecánico de ayuda que disminuya el sobreesfuerzo físico que implica esta actividad.
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A estas alturas ya se ha iniciado la recopilación de datos sobre patología músculo-esquelética en el centro de salud de Narón y, una vez obtenida una muestra representativa, se procederá a valorar los datos, como las prevalencias de las dolencias –cervicalgias, dorsalgias, lumbalgias, tendinitis, sídrome del túnel de carpo, etc.– y a diseñar una guía de buenas prácticas para prevenir las lesiones derivadas del marisqueo a flote.
Finalmente, el estudio tratará de identificar nuevas líneas de trabajo, elaborar un protocolo médico, analizar estadísticamente los datos obtenidos e impulsar un proyecto sociocultural de la acuicultura social y del futuro de la ría una vez comience a funcionar la estación depuradora de aguas residuales. n