Ayudar desde un punto tan lejano como Ferrol a las familias campesinas de la sierra andina peruana parece una utopía que desde Amigos Escaes convierten cada año en una realidad.
La presidenta de la entidad, María Isabel González-Rico, no descansa en su afán por conseguir que los niños puedan criarse en buenas condiciones sanitarias y alimentarias y que los habitantes de la costa puedan trabajar para ganarse la vida con lo que tienen.
Estas son las bases de los proyectos que han desarrollado este año y que han conseguido el apoyo de la Xunta de Galicia desde la Dirección Xeral de Relacións Exteriores.
Además de continuar su labor con los niños, desde el pasado mes de julio hasta diciembre, la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos –Anfaco-cecopesca– agrupada con la ONG Amigos Escaes-Perú, se ha venido desarrollando un proyecto dirigido a los pescadores del litoral de Sechura, en Piura –Perú– con el fin de potenciar las capacidades técnicas con buenas prácticas productivas y de comercialización.
La iniciativa buscaba trabajar con los pescadores y mariscadores y sus familias en la elaboración e implantación de estrategias integrales que los llevasen a la mejora de los procesos productivos hasta la comercialización de la materia prima. Así, se intentó paliar la limitada asistencia técnica y la informalidad en la cadena productiva, aplicando sistemas de calidad y mejorando la condición de vida de los pescadores.
Se trataba de enseñarles a utilizar lo poco que tienen para lograr vivir dignamente, afianzando sus capacidades con el objetivo de conseguir las herramientas necesarias para poder enfrentarse a las exigencias de la vida diaria. Así, construyen una base sólida que los puede sacar de la condición de pobreza en la que viven. Esta iniciativa contó con una subvención de 75.671 euros. n