Han sido casi doce meses con un único pensamiento en la cabeza: regresar al asfalto. Este fin de semana, el gran anhelo de Miriam Casillas se hará realidad. Olvidada la lesión de tobillo –padecía un quiste que le obligó a pasar por quirófano– que ha tenido casi un año en el dique seco, la pacense volverá a la competición en la Copa del Mundo de Chengdu, China.
Lo hará como única española en una prueba muy exigente en la que el pelotón deberá hacer frente a una doble jornada . Así, esta madrugada –sábado en horario local–, las cuarenta participantes afrontarán una semifinal en distancia sprint de las que solo las treinta mejores lograrán una plaza para la final de domingo, que se correrá en formato supersprint –500 metros de natación, 12,2 kilómetros de ciclismo y 2,5 de carrera a pie–. Una distancia que la ITU trata de reforzar en un ciclo olímpico en el que un porcentaje muy elevado de plazas para los Juegos Olímpicos de Tokio se repartirán única y exclusivamente para la modalidad de relevo mixto, que se dirime precisamente en este formato.
Miriam Casillas, que dejó esta campaña la Blume y entrena desde hace meses en Estados Unidos con el portugués Paulo Sousa, regresa con fuerza dispuesta a recuperar el terreno perdido en los últimos meses.
En esta cita, la referencia en el pelotón será la australiana Emma Jeffcoat, número 32 del ranking mundial, y recientemente campeona de la Copa del Mundo de Mooloolaba.