El PP y el PSdeG votaron ayer a favor de una iniciativa socialista para iniciar la reforma del reglamento del Parlamento, mientras que AGE se abstuvo, al igual que una diputada del grupo mixto.

Además, el BNG, que había anunciado que se abstendría, votó en contra, el mismo sentido de voto que la otra diputada del grupo mixto.

El portavoz de la formación nacionalista, Francisco Jorquera, había anunciado en el debate su abstención y finalmente cambió de voto por entender que la intervención de su homólogo en el PP, Pedro Puy, daba a entender que el grupo mayoritario aprovechará el trámite para consolidar “el recorte de derechos” de iniciativas a los grupos “con la connivencia del PSdeG”.

El portavoz de esta formación en el Parlamento, José Luis Méndez Romeu, autor de la iniciativa, defendió que su propuesta tiene por objeto mejorar el debate político, para dotarlo de más rigor y altura, así como los procedimientos establecidos.

En su intervención advirtió al PP, que votó a favor, de que no tenga la tentación de aprovechar la iniciativa para desnaturalizar su propuesta, ya que sería “muy negativo” y dijo que su grupo llegará “hasta donde pueda”.

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“Es una propuesta constructiva, ambiciosa, que está atenta a evolución del parlamentarismo contemporáneo. Hay una ventana de esperanza para superar la división gobierno-oposición y lograr una institución más representativa”, indicó el diputado socialista que expresó el deseo de su grupo de que la reforma entre en vigor el próximo periodo de sesiones, tras el verano.

El reglamento del Parlamento gallego fue aprobado en 1982, si bien desde entonces ha sufrido varias modificaciones, la más importante, la de 1993, con los únicos votos del PP.

Romeu aludió a los obstáculos, las dificultades y los límites omnipresentes para todos los grupos en las últimas sesiones.

Tras la segunda escisión en AGE, y el aumento del grupo mixto, la Mesa del Parlamento (PP y PSdeG) aprobó al inicio del actual periodo de sesiones una nueva distribución de iniciativas, en la que AGE y BNG perdían capacidad de presentar propuestas y hacer preguntas en algunos plenos, una cuestión censurada sobre todo por el grupo nacionalista, que ha tachado de “mordaza” esta decisión.

Puy afirmó que el único grupo que se ha amordazado físicamente a sí mismo fue el BNG, que también retiró una pregunta al presidente de la Xunta e incluso montó un “simulacro” de pleno en un parque cercano al Parlamento al tiempo que se celebraba una sesión oficial.

Aseguró que su grupo ha intentado en varias ocasiones llegar a un acuerdo sobre el reparto de iniciativas y ha recordado que su grupo votó en contra de tramitar una reforma del reglamento promovida por el BNG.

El portavoz de AGE en el Parlamento, Xosé Manuel Beiras, aseguró que el Parlamento no tiene ninguna “disfunción”, como indica la exposición de motivos de la iniciativa socialista, sino que está “muerto” o “en la UVI y con respiración asistida”.

Beiras afirmó que esta situación no se resuelve con una reforma del reglamento de la Cámara autonómica y afirmó que una gran parte de lo que se pasa se entendería si se comprendiese que es preciso abrir un proceso constituyente para reformar la Constitución actual, “prácticamente derogada” y al servicio de las oligarquías.

Entre las reformas propuestas por su grupo, Méndez Romeu expuso la posibilidad de impulsar comisiones de investigación por un tercio de la Cámara y por introducir las opiniones de expertos y de la sociedad civil en audiencias durante la tramitación de los proyectos de ley.

También reivindicó establecer la comparecencia obligada de miembros del Gobierno cuando no se responda a las demandas de documentación por el artículo 9 o por reforzar el papel de la comisión de peticiones, para dar voz a los ciudadanos.

Francisco Jorquera (BNG) cargó contra el papel actual del Parlamento ya que “la soberanía del pueblo es papel mojado cuando las normas vienen dictadas de Madrid o de Bruselas” o por la forma de ejercer las mayorías absolutas por los gobiernos.