El Consorcio de Turismo ya prepara un nuevo Concurso de Tapas Picadillo después de la edición especial y el éxito del año pasado, pues acaba de sacar a licitación la gestión y organización de la cita gastronómica más asentada en el calendario coruñés. Como prueba de que el objetivo prioritario es mantener la calidad del evento, la empresa que resulte adjudicataria tendrá que contratar a personal que acuda como un cliente más a controlar el cumplimiento de las condiciones en los establecimientos participantes. 

La figura de los “mystery shopper” o trabajadores de incógnito que se hacen pasar por clientes es cada vez más habitual en los supermercados pero ahora también se contempla en el pliego de condiciones para conseguir el contrato de organización del certamen Picadillo. 

La necesidad de garantizar que todo el evento se desarrolla con garantías ha hecho que el Consorcio de Turismo pida que se realice una acción con estos clientes falsos en “un mínimo de 20 establecimientos elegidos al azar”. La intención es que esas personas enviadas por la organización hagan un informe sobre su experiencia incluyendo datos tales como si en cada local “conocen el producto, si lo tienen publicitado correctamente, si lo tienen disponible, si respetan el precio y características indicadas en la ficha de inscripción” o que trato brindan a los consumidores en el marco de la celebración culinaria. 

Además de esta acción que tuvo una primera prueba el año pasado y que se mantiene para asegurar que se cumplen todas las bases del concurso, la licitación con un presupuesto base de 55.000 euros destaca que el número máximo de locales estará en los 75 y que el itinerario de pinchos se habilitará del 13 al 29 de septiembre. 

Como ya viene siendo habitual en los últimos años, las empresas interesadas en el desarrollo de esta acción deberán proponer una Denominación de Origen con la que cobre sentido la categoría de galardón dedicada al maridaje. Asimismo, se mantendrá el impulso de los talleres infantiles.