Jordi Évole invita a los periodistas a rebelarse y “poner las orejas a lo que está pasando en la calle”

“O exemplo de Jordi Évole é o de alguén que demostra que a liberdade de prensa non cha conceden, conquístase día a día no traballo”. Así presentó el decano del Colexio de Xornalistas, Xosé Manuel Pereiro, al periodista y director de “Salvados” Jordi Évole, que ayer recibió en el Jofre la XI edición del Premio José Couso de Liberdade de Prensa. El acto, en el que se recordó la figura de su creador desaparecido recientemente, Luis Mera, estuvo precedido por la firma en el Libro de Honor del Concello. Allí Évole escribió: “Un honor enorme firmar en este libro. Y otro honor más grande llegar a Ferrol para recibir el premio que lleva el nombre de un símbolo: José Couso, siempre en la memoria”.
Los medios asistieron a la presentación del evento con los organizadores, el Club de Prensa de Ferrol con Siro López, el Colexio de Xornalistas de Galicia, con su decano Xosé Manuel Pereiro; La Caixa, con Marc Arthur Benhamou, director territorial de la entidad en Galicia, a quienes acompañaba el alcalde en funciones, Rey Varela.
Ante los colegas de profesión, Évole señaló lo contradictorio de su presencia en Ferrol: “Entre el honor de recibir este premio y la pena por la razón de que este galardón exista, la muerte de Couso y la indignidad de las guerras. Habría que recordar a cada uno de aquellos diputados que aplaudieron la intervención en Irak”, señaló. El periodista catalán, consciente de la crisis en la que está sumergido el periodismo, exhortó a convertir las redacciones en “trincheras” en las que se pelee por el derecho a informar. “Los periodistas deben rebelarse y poner la oreja en las cosas que están pasando en la calle. Si algunos leen esta semana las cosas que escribieron hace unos días sobre las elecciones, estarán rojos como tomates”, dijo. Y respecto a lo sucedido el domingo, comentó: “Hay un fracaso de las políticas de comunicación pero también de las de gestión y de falta de credibilidad”.
Sobre sí, aseguró: “Soy consciente de que soy un privilegiado, y de que nuestra fuerza es la de la gente que ve nuestro programa que a veces puede chocar con los intereses de nuestra empresa. La precarización del periodismo es un cáncer, pero las presiones siempre están ahí entre los que no quieren que se sepa algo y los ciudadanos con ganas de saber. A mí esas presiones me estimulan, me ponen cachondo. De todos modos sé que si un día mi programa no tiene éxito me echarán a la calle y ese día yo diré: ya estabais tardando”. Además de señalar que no creía en la objetividad, “sí en la honestidad”, a la pregunta de si cuanto peor le vaya al país mejor le irá a “Salvados”, su respuesta fue: “Espero que no, en cualquier caso cuando este programa ya no esté me gustaría que hubiese ayudado a mantener un cierto espíritu crítico con cosas que pasaron aquí. Por lo menos ayudar a que no vuelvan a pasar y denunciarlas. Si no, poco habremos aprendido de la crisis”. Finalmente, calificó a los medios locales como “heróicos”, por tener que soportar las presiones del poder próximo, y recomendó a los colegas “construir una agenda propia, sin que os marquen los temas y no bajar los brazos”.

el valor de la información
Ya en el teatro Jofre, el acto fuepresentado por la periodista Xulia Díaz, y contó con la participación de otras dos compañeras de profesión, Lorena Bustad, de la agencia EFE, y María Jesús Rico, de Diario de Ferrol.
La primera comparó el propio ejercicio de la profesión periodística con la situación de la ciudad. “Aquí las crisis no son cíclicas, son perpetuas y el paro y la despoblación son los síntomas de una metástasis que combatimos desde hace generaciones sin resignarnos”. Denunció la precarización profesional del periodismo y su función social: “Aquí no estamos para para ser el abanico del poder. Estamos para ser el ventilador que mueve el aire para que no se vicie”. A continuación, María Jesús Rico recordó a José Couso y el trabajo de los periodistas en el ámbito más global y en el más inmediato. Aun coincidiendo con las críticas de su predecesora, Rico aseguró: “négome a facer un exercicio público de flaxelación porque penso que o que temos, o que levamos anos construíndo e sostendo, é un milagre”. Separando las decisiones empresariales de las periodísticas, reivindicó la función social y democrática de la prensa, especialmente de la local.
Tras la entrega del premio a Évole, el acto finalizó con una actuación del quinteto Hércules Brass.