Italia vive una intensa jornada de marchas y concentraciones a una semana de las elecciones

Italia vive una intensa jornada de marchas  y concentraciones  a una semana  de las elecciones
MLN08. Milan (Italy), 24/02/2018.- Protesters from the social centers, anti-racist and anti-fascist movements clash with police during a rally against the meeting of Italian far-right movement 'CasaPound', in Milan, Italy, 24 February 2018. (Protestas, It

Italia vivió ayer, a poco más de una semana para las elecciones del 4 de marzo, una intensa jornada de marchas y concentraciones de antifasacistas y fuerzas de ultraderecha, además del mitin del líder de la xenófoba Liga Norte (LN), Matteo Salvini.
Las principales marchas y concentraciones tuvieron lugar en Roma, Milán (norte) y Palermo (sur) y se dieron en las horas altas de la campaña y en medio de un debate sobre el posible auge de movimientos xenófobos y de agresiones recíprocas entre ideologías extremas. Un fenómeno que alcanzó su punto álgido el pasado 3 de febrero, cuando un neofascista tiroteó e hirió a seis inmigrantes en la ciudad de Macerata (centro).
En la capital italiana, en una jornada lluviosa, la Asociación Nacional de Partisanos y otras 20 organizaciones se manifestaron con el lema “Nunca más fascismo, nunca más racismo” y lo hicieron junto a exponentes de partidos de izquierdas, rivales a su vez en los comicios. Entre ellos hubo miembros del Gobierno en funciones, como el primer ministro, Paolo Gentiloni, o su correligionario y líder del Partido Demócrata, Matteo Renzi, quien defendió la importancia de asistir al acto, aunque a la primera protesta en Macerata no acudió.
Del mismo modo, el acto antifascista contó con miembros de Libres e Iguales, la lista de izquierda contraria a Renzi, como su líder, Pietro Grasso, Pierluigi Bersani, Nicola Fratoianni o la presidenta de la Cámara baja en la legislatura conclusa, Laura Boldrini. Paralelamente, el sindicato de base (Cobas) convocó una protesta contra la reforma laboral de Renzi y el racismo y, aunque esta marcha era la que mayor temor suscitaba por la posible infiltración de violentos, transcurrió con total normalidad por el centro.
En Milán, el acto principal fue el mitin con el que el líder de la xenófoba LN, Matteo Salvini, quiso ofrecer una demostración de fuerza ante miles de sus seguidores en la plaza del Duomo. 
A pocos metros de distancia, ante el castillo Sforza, la formación neofascista CasaPound celebraba un acto electoral, y en una calle adyacente la extrema izquierda se concentraba para denunciar la presencia de esta ideología en la ciudad. Los activistas antifascistas fueron retenidos en la vía La Foppa, de la que no podían salir, y en determinado momento varias decenas de manifestantes trataron de romper el cordón policial, lo que derivó en momentos de tensión con los agentes y lanzamiento de fumígenos. Estos fueron los únicos momentos de tensión que se vivieron en una jornada que se anunciaba complicada, pues finalmente las autoridades permitieron desfilar a los antifascistas. Otra ciudad que preocupaba a las autoridades es Palermo, dado que en ella el pasado martes fue atado de pies y manos y agredido el dirigente de la ultraderechista Forza Nuova, Massimiliano Ursino.
El líder de esta formación, Roberto Fiore, participó en un acto en la céntrica Plaza Crispi y, muy cerca, frente al palacio de la Ópera palermitana, se concentraron pacíficamente movimientos de izquierda y partidos como el antisistema Poder al Pueblo (PAP). Este nuevo partido denunció cómo en la tarde del pasado martes uno de sus militantes fue herido a cuchilladas mientras pegaba carteles electorales.
En medio del debate, y como colofón de la jornada, Berlusconi dio su opinión sobre las alertas ante el posible auge del fascismo, al que consideró “muerto y sepultado”, en una entrevista. l

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