El emotivo acto estuvo presidido por el director de la Unidad Térmica, Marcello Rinaldi y el director general de Endesa Noroeste, Miguel Temboury, que recordaron la trayectoria de la central desde su apertura en los años 70.
Por su parte, el artista madrileño agradeció la invitación, dado que él solo quería una foto de su obra y la compañía decidió invitarle a verla en persona en su lugar. Además, Muñoz reflexionó que, a sus 91 años, veía la vida como una obra de arte ya concluida a la que observar satisfecho.
Tras desvelar el mural, que se encontraba cubierto por una tela, se invitó al ceramista a compartir una pieza con la agrupación de cuerdas que amenizaba con sus melodías el acto. Pese a que, fruto de la confusión, le dieron un laud –él toca la mandolina–, Muñoz no tuvo reparos en unirse al resto de artistas.