El equipo de Sanidad Exterior que accedió ayer por la mañana al buque “Granato” – en cuarentena desde el pasado sábado tras el fallecimiento de su cocinero por una enfermedad contagiosa–ha determinado que ninguno de los integrantes de la tripulación presenta signos de enfermedad clínica, por lo que se ha dado el visto bueno a la continuidad de las tareas previstas para el barco. Este se trasladó a primeras horas de la mañana de ayer desde la ría de Ares –donde permanecía fondeado– al puerto exterior de Ferrol, para el que recibió la autorización de atraque en la noche del domingo.
El “Granato”, de bandera italiana, procedía del puerto portugués de Leixoes y su destino es la terminal de Forestal del Atlántico, donde está previsto que cargue metanol. Durante la travesía desde Porto hasta Ferrol, envió una señal de socorro por alerta sanitaria al fallecer uno de sus quince tripulantes, de nacionalidad india. 

investigación judicial
En un primer momento se determinó que la muerte le sobrevino por una enfermedad infecciosa y fue el Juzgado de Instrucción número 5 de Vigo el que abrió una investigación sobre lo sucedido y dio aviso a las autoridades competentes al ser la víctima el cocinero del barco, según informó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. 
Para esclarecer definitivamente las causas de la muerte se han remitido muestras al Instituto Nacional de Toxicología.
La cuarentena –que afectó a los 14 tripulantes restantes, seis indios, cuatro filipinos, tres italianos y un rumano– se prolongó hasta ayer. 
El equipo de Sanidad Exterior desplazado por el Ministerio de Sanidad –que contó con la colaboración de la Delegacioón del Gobierno en Galicia para reforzar la vigilancia en la zona– realizó una exploración médica a todas las personas que se encontraban en el barco y no detectó problema alguno, por lo que se expidió lo que se denomina “libre plática” para continuar con las tareas previstas.