El rey apeló al diálogo para construir una España “que ilusione” y pide a los elegidos en los comicios catalanes que respeten la pluralidad de su sociedad sin “imponer las ideas propias frente a los derechos de los demás”, porque “el camino no puede llevar de nuevo al enfrentamiento o la exclusión”.
Apenas tres días después de las elecciones autonómicas que dieron la victoria a Ciudadanos pero revalidaron una mayoría independentista en el Parlament, Felipe VI subrayó que el camino abierto por estos comicios debe conducir a que la convivencia en el seno de la sociedad catalana –que es “diversa y plural”– recupere “la serenidad, la estabilidad y el respeto mutuo”.
“Que las ideas no distancien ni separen a las familias y a los amigos”, insistió el Monarca, quien argumentó que, frente al ya conocido enfrentamiento o la exclusión que “solo generan discordia, incertidumbre, desánimo y empobrecimiento”, el nuevo camino debe llevar también a que renazca la confianza, el prestigio y la mejor imagen de Cataluña”.
Liderazgo y creatividad
Debe conducir, así, según su reflexión, a afirmar “los valores que la han caracterizado siempre en su propia personalidad y le han dado los mejores momentos de su Historia: su capacidad de liderazgo y de esfuerzo, su espíritu creativo y vocación de apertura, su voluntad de compromiso y su sentido de la responsabilidad”.
Don Felipe puso de manifiesto al comenzar su mensaje que 2017 fue “un año difícil para nuestra vida en común” y “marcado, sobre todo, por la situación en Cataluña”, antes de resaltar que en España “cualquier ciudadano puede pensar, defender y contrastar, libre y democráticamente, sus opiniones y sus ideas, pero no imponer las ideas propias frente a los derechos de los demás”.
“Respetar y preservar los principios y valores de nuestro Estado social y democrático de Derecho es imprescindible para garantizar una convivencia que asegure “la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político”, tal y como señala nuestra Constitución”, y argumentó que “cuando estos principios básicos se quiebran, la convivencia primero se deteriora y luego se hace inviable”.
Después de recordar los avances logrados en el país durante los últimos cuarenta años, recalcó: “Todo ese gran salto sin precedentes en nuestra Historia fue posible gracias a una España abierta y solidaria”. l