Volver a ser los mejores y dar el salto, las metas de los locales

Volver a ser los mejores y dar el salto, las metas de los locales
Kayak polo Adrián Hermida

Con solo cuatro años de diferencia en su partida de nacimiento, uno ya es un auténtico “veterano” y el otro, de momento, se presenta como “novato”. Al menos, en lo que a competiciones internacionales se refiere para el valdoviñés Adrián Hermida y el ferrolano Lucas García, ambos integrantes del Club Copacabana de Ferrol, y que pasarán los próximos días si bien juntos, no revueltos. 

Los deportistas del club departamental vestirán la indumentaria de la selección española en un Campeonato de Europa que se desarrollará la próxima semana en Coimbra, Portugal, y para el que, previamente, durante este fin de semana, se concentrarán en Madrid con sus respectivos conjuntos estatales. 

Presente
Hermida, de 24 años, y sus compañeros de equipo llegarán a tierras lusas casi con la alfombra roja bajo sus pies, ya que el equipo español será el rival a batir por los restantes 14 conjuntos que competirán en la cita absoluta masculina. Como vigentes campeones continentales –título logrado hace dos años en Francia tras doblegar en la final a Alemania– y medalla de bronce en el Mundial del pasado año en Canadá, “queremos demostrar que seguimos siendo los mejores y que no fue casualidad ni ganar en 2017 ni la tercera posición del año pasado”, afirma con rotundidad un Hermida, cuyas participaciones en citas internacionales con la selección se cuentan todas por medallas.    

En un año complicado para el grupo estatal en el que el trabajo en el aspecto psicológico ha sido uno de los puntos fuertes a trabajar –y que, como bien indica el portero de Valdoviño, “se notó mucho en el equipo, especialmente en el torneo de Bélgica”–, Hermida y el grupo absoluto vuelven, sin duda, a por el oro. Sin embargo, antes tendrán que superar una fase de grupos que, si bien tendría que ser un tanto más sencilla debido a su condición de ganadores de la última edición, en esta ocasión la suerte ha sido un tanto bromista. 

Así, España, aunque formará en un cuadro de tres equipos –accediendo a las rondas eliminatorias los dos primeros–, tendrá como adversarios a Gran Bretaña y Francia, el jueves y el viernes, respectivamente. “Yo creo que es el grupo más difícil de los cuatro”, analiza Hermida, “a Francia le fue mal en el Europeo y Gran Bretaña no tuvo la mejor de sus actuaciones, pero ahora han cambiado el equipo y será otra cosa”. Eso sí, en su camino de ocupar, como paso inicial, el primer lugar de esta fase, “si ganamos estos partidos será un plus de motivación muy grande para lo que resta de campeonato”, afirma el local. Un campeonato que, como no podría ser de otra manera, al del Copacabana, y más después de disputar la Bundesliga con el Kanu-Gesellschaft Wanderfalke Essen, le gustaría acabar “jugando la final con Alemania, siempre”, afirma con seguridad. 

Futuro
Mientras, su compañero de club Lucas García, de 20 años, debuta en una cita internacional de este nivel, al igual que la mayoría del equipo español  masculino sub 21 –”a excepción del portero”, comenta el ferrolano–.

Disfrutando de unos últimos días de vacaciones antes de emprender hoy rumbo a Madrid, el kayakista del Copacabana todavía no tiene completamente asimilada su participación en este Europeo y supone que “sí que habrá nervios cuando llegue allí y vea todo lo que el campeonato conlleva”, comenta, “y supongo que el primer partido será el más complicado”. Un debut que el grupo español llevará a cabo ante Polonia el jueves y, pocas horas después, se medirán a Gran Bretaña. “Es factible que podamos pasar de primeros, no lo veo muy difícil”, analiza el de Ferrol poco antes de su concentración con una selección sub 21 que espera mejorar el noveno lugar logrado por sus compañeros en la competición de 2017. “Se hará lo que se pueda, pero espero que podamos conseguir algo”, afirma un deportista cuya llegada al kayak polo se debió a una lesión. 

Un traspié que en la temporada 2011-2012 le obligó a dejar de formar con el Racing de Ferrol y, casi por roce y proximidad –tanto la entidad verde como el Copacabana trabajan en A Malata–, terminó pasando de pisar la hierba a flotar en el estanque ferrolano. “Cuando iba a entrenar los veía y un día dije, pues vamos a probar”, recuerda García, “me gustó y me quedé”. Y, si bien no sabemos cómo le habría ido con los tacos, con la pala, de momento, no le va nada mal. 

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