Clase magistral de Van Morrison en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona

Clase magistral de Van Morrison en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona
El cantante norirlandés Van Morrison durante su actuación esta noche en el Gran Teatro del Liceo. EFE

 El León de Belfast ha dado hoy una clase magistral de soul, jazz, rhythm and blues y saber hacer musical en el Gran Teatro del Liceo, donde ha demostrado que el título de su último trabajo "Born to sing" ("Nacido para cantar") es una verdad como un templo.

El público barcelonés, que hacía ocho años que no tenía la oportunidad de ver en directo a Van Morrison, ha disfrutado de un recital plagado de grandes clásicos, en el que el maestro ha alegrado a los presentes con temazos como "Days like this", "Moondance" o "Precious Time".

El intérprete de 68 años ha dejado claro que la experiencia es un grado, que su voz rota y emotiva sigue teniendo fuerza y que domina el arte del directo, con un perfecto control del tempo que le permite subir y rebajar la intensidad a su antojo, crear expectación, frenar, acelerar y estallar musicalmente.

Durante las dos horas que ha durado el concierto, Van Morrison ha tocado una veintena de canciones, algunas de las cuales se han alargado más de diez minutos, sin que a nadie se le hayan hecho largas.

La hija de Van Morrison, Shana Morrison, ha ejercido de telenora y ha subido puntualmente al escenario del Liceo, en su primera aparición ante el público español.

Shana, que colabora con su progenitor desde los años 90 y grabó con él "A Night in San Francisco", ha demostrado ser digna hija de su padre y esconder una alma negra detrás de su frondosa cabellera rubia y su apariencia modosita.

A los 15 minutos, su padre ha sido recibido con una gran ovación y el norirlandés ha interpretado con el saxo "Celtic Swing".

Este tema instrumental es el único punto en común de los últimos conciertos de Van Morrison, que en cada ciudad cambia de repertorio.

Los siete bregadísimos músicos que le acompañan saben que el recital empieza con "Celtic Swing". A partir de ahí, cualquier cosa puede pasar y Van de Man, como algunos le llaman, da instrucciones a sus músicos sobre la marcha para que sepan cual es el próximo tema y por donde van los tiros esta noche.

Fiel a su fama de huraño e inexpresivo, en el Gran Liceo de Barcelona sólo se ha dirigido al público en una ocasión, para anunciar "Retreat and view", un tema de su último álbum.

Su último trabajo, "Born to Sing: No Plan B" ha estado poco presente en el concierto de hoy, aunque ha sonado el tema que da título al disco y "Close enough for jazz".

Con 34 discos en su haber tiene un amplísimo repertorio donde elegir y, en esta ocasión, ha optado por "Sometimes we cry", "Whenever god shines his light", "Brown eyes girl" y "I can't stop loving you", entre otras.

Semejante selección de éxitos ha encantado a los espectadores, mayoritariamente maduros, que sentado en sus asientos de Liceo, movía la cabeza a ritmo de soul y miraban extasiados al autor de las melodías.

Un éxtasis que ha sido interrumpido en varias ocasiones por los insistentes acomodadores del Liceo, que en cuanto veían iluminarse un móvil acudían raudos para evitar que se tomaran fotografías.

Incluso los periodistas, que suelen encender pequeñas linternas o iluminarse con el móvil para tomar notas, han sido severamente reprendidos.

Al margen de estas interrupciones, la magia ha logrado imponerse y la clase magistral ha acabado con una apoteósica interpretación de "Gloria", el tema que popularizaron The Doors, pero que nadie interpreta como su autor.

 

Rosa Díaz.

Clase magistral de Van Morrison en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona

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