La vuelta a la actividad tras el confinamiento por la pandemia se reflejó en el mercado laboral en verano con un fuerte aumento del número de ocupados, 569.600 empleos más en el mejor trimestre de la serie, pero también elevó el paro con 355.000 desempleados más, hasta los 3,7 millones y una tasa del 16,26 %.
Son dos caras de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que refleja una recuperación parcial entre julio y septiembre, tras un segundo trimestre en el que se destruyeron más de un millón de empleos y otro millón de personas pasó a la inactividad.
El aumento de los activos en 924.600 del tercer trimestre es una de las claves para entender cómo puede elevarse a la vez el número de parados y el de ocupados, ya que muchas de las personas que se quedaron sin trabajo durante los meses de confinamiento no pudo cumplir los requisitos para considerarse desempleado en esos meses y ahora sí.
Aun así, aún hay 1,14 millones personas que no pudieron buscar empleo a pesar de estar disponibles para trabajar.
Otro dato relevante de estos trimestres de pandemia es el número de personas afectadas por un ERTE que siguen contándose como ocupados y que bajó en verano. Entre julio y septiembre la cifra de trabajadores afectados por regulaciones de empleo o paros parciales sumó 514.700 frente a los 3,4 millones del anterior.
Desde el Gobierno señalaron que se consiguieron recuperar “más de la mitad del empleo perdido en el segundo trimestre” y volver a un total de ocupados de 19,17 personas, nivel similar al de la primera mitad de 2018.
La recuperación también se nota en el número de horas trabajadas, que creció un 15,1 %.
En cuanto al desempleo, el aumento del tercer trimestre deja la cifra total de desempleados en 3.722.900 y una tasa de paro del 16,26 %, también niveles de principios de 2018.
“La relajación de las restricciones de movilidad permitió la búsqueda de empleo, lo que hizo repuntar los activos y, por tanto, la tasa de paro”, señala BBVA Research, que ve una “recuperación significativa pero incompleta de la ocupación, en un entorno donde los ERTE siguen jugando un papel amortiguador”.
En la comparativa anual, el mercado laboral sigue reflejando el duro impacto de la pandemia con 508.500 parados más y 697.500 ocupados menos, a la espera de un cuarto trimestre que va muy marcado por los rebrotes.
“El mantenimiento de las medidas de flexibilización y el apoyo público a los ERTE permite seguir amortiguando el impacto de esta crisis en términos de desempleo”, valoró el Gobierno y señaló el mayor daño se da entre las mujeres.
El número de desempleados se incrementó en el trimestre en 90.300 entre los hombres y en 264.700 en las mujeres, lo que deja una tasa de paro femenina del 18,39 %, cuatro puntos más que la masculina.
También es relevante el aumento de la tasa de paro juvenil, que aumentó en el tercer trimestre en 112.000 personas, lo que situó el total de desempleados entre 16 y 24 años en 622.400 personas, que suponen una tasa de paro del 40,45 % de la población activa.
Por sectores, en el tercer trimestre el incremento de la ocupación fue generalizado en todos, salvo agricultura, que experimentó un descenso de 32.300 ocupados. El mayor incremento se dio en el sector servicios, con 476.300 personas más trabajando, seguido de construcción, con 80.300, e industria, con 45.400.