La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, afirmó ayer que la previsión de que la economía española crecerá por debajo del 2% no se corresponde con la realidad del país, después de que la Comisión Europea haya rebajado ayer su proyección de avance del PIB español al 1,9%.
“Sobre la base de los datos y la información que tenemos en este momento, para que la economía española cerrarse 2019 con un crecimiento inferior al 2% tendríamos que estar viviendo una realidad en nuestro país que no se corresponde en absoluto con los indicadores que estamos recibiendo”, dijo Calviño a su llegada a la reunión del Eurogrupo en Bruselas.
En cuatro décimas
Declaraciones de la ministra al ser preguntada por las previsiones macroeconómicas publicadas ayer por la Comisión, que rebajaron en cuatro décimas el crecimiento de la economía española en 2019, al 1,9%, por debajo del 2,1% que proyecta el Gobierno.
Calviño instó a no “caer en la sobrerreacción” ante este empeoramiento y destacó que la Comisión Europea no tuvo en cuenta en su evaluación los datos estadísticos más recientes, en concreto los de crecimiento de la contabilidad nacional del tercer trimestre ni las cifras de afiliación de octubre.
La ministra consideró que “en términos generales la previsión de la Comisión está muy alineada con las previsiones del Gobierno” y subrayó que apunta a que la economía española crecerá a tasas “significativamente superiores” a las de los grandes países de la Unión Europea.
A juicio de Calviño, las previsiones de Bruselas “tienen que llevarnos a reforzar la confianza” puesto que, además del crecimiento superior a la media, “los fundamentos del crecimiento son más equilibrados” que en el .
Igualmente, apuntó a que no se están registrando burbujas inmobiliarias como antes de la crisis, está aumentado la tasa de ahorro, la demanda interna se recupera y el sector público y privado redujeron su deuda en los últimos años.
La ministra recordó que, mientras que en primavera la mayoría de organismos internacionales mejoraron las previsiones para España, el Gobierno no lo hizo previendo ya que en otoño habría “focos de incertidumbre” por el Brexit y la sentencia del procés.
“La inestabilidad política, la tensión social que se vivió estos últimos dos años no crea un marco muy favorable para el crecimiento y la inversión”, dijo Calviño, quien añadió que los disturbios de las últimas semanas en Cataluña tampoco contribuyen.
Desde el punto de vista fiscal, Calviño apuntó que el análisis del Gobierno sobre el déficit estructural “no se corresponde en absoluto” con el de la CE, que prevé que este desvío suba dos décimas, al 3,1%, este año y al 3,2% en 2020.
Y destacó que la política fiscal española “tiene un tono neutro” que se corresponde con el hecho de que haya unos presupuestos prorrogados y con la “realidad” del país. Insistió además en que prevén respetar su objetivo de déficit público nominal del 2% este año (la Comisión estima que se irá al 2,3%) y duplicar el ritmo de reducción de la deuda pública.