Las Palmas y Zaragoza lucharán por la restante plaza que queda en juego de la Primera División en el estadio de Gran Canaria, en un encuentro con ventaja inicial para el equipo maño tras imponerse en la ida por tres a uno, una renta que los isleños están convencidos de remontar.

Desde que acabó el choque del miércoles, donde el equipo amarillo marcó primero pero vio como su rival le daba la vuelta al marcador, todas la manifestaciones de futbolistas, técnicos y dirigentes han ido en una sola dirección: la remontada es posible porque ven factible obtener un triunfo por dos goles a cero.

El entrenador canario, Paco Herrera, consciente de que la mayor dificultad no será anotar la pareja de goles necesaria, sino mantener la portería propia imbatida para no elevar el listón de la exigencia realizadora. Así, el técnico catalán ha insistido en que deberán estar atentos a los contragolpes de su rival y mantener un equilibrio defensa-ataque para no dilapidar las posibilidades antes de tiempo.

Herrera ha asegurado que la última alineación titular de este curso se parecerá “mucho” a la que jugó en Zaragoza porque el equipo tiene “cara y ojos”, y sabe “dónde nos hemos equivocado”.

El preparador ha pedido defender “con más calidad” que en La Romareda y afrontar el decisivo enfrentamiento de esta tarde con “cabeza fría” y “no volvernos locos”, como les ha sucedido “otras veces”.

cree en sus posibilidades

El conjunto maño, por su parte, llega seguro de sus posibilidades de salir victorioso, pero no confiado por la ventaja que logró en la ida porque es consciente del potencial de su rival, especialmente en su estadio. De este modo, los mensajes lanzados por la plantilla zaragocista tras el triunfo en el primer envite han sido de prudencia y de que no está ganado nada, porque quedan noventa minutos por disputar que no serán sencillos.

Al contrario, los jugadores aragoneses creen que les va a tocar sufrir por el gran potencial ofensivo de los insulares, pero que si afrontan el encuentro con la misma intensidad con la que lo han hecho en todos los de la promoción, tendrán opciones de conseguir el billete a la máxima categoría estatal.

El planteamiento, desde el punto de vista del equipo blanco es afrontar la vuelta como si la eliminatoria estuviera igualada e ir a por el triunfo, porque pensar en defender la ventaja obtenida casi siempre suele ser un mal negocio. El principal peligro para el Zaragoza, como ya se demostró en los primeros minutos del encuentro de ida, es la movilidad y creatividad de los atacantes del equipo amarillo, que causaron muchos problemas a su retaguardia. Así, el equipo sufrió en los primeros minutos, pero a partir de la entrada de Jaime en el encuentro y de una mayor presión defensiva, fue capaz de frenar la capacidad atacante de los isleños y llevar peligro a la contra. El objetivo, por tanto, es repetir el juego de la segunda parte, especialmente, donde el Zaragoza superó a su rival y le creó muchos problemas con su velocidad en los contragolpes.

Ranko Popovic, el técnico del conjunto maño, cuenta con toda la plantilla a su disposición, pero hay algunos jugadores que arrastran molestias de la ida. En un principio nadie está descartado y todo apunta a que podrá contar con todos, aunque quizá alguno no pueda estar físicamente al cien por cien.

Parece que la idea del serbio podría ser repetir el equipo inicial que se impuso en La Romareda, aunque el balcánico siempre suele guardar algún as en la manga, bien en forma de cambio de algún jugador o de sistema de juego. n