Nunca ha sido fácil triunfar en el Racing para sus canteranos. O esa era, al menos, la realidad que ha manejado durante las últimas décadas una entidad a la que se la acusó siempre de buscar fuera de la comarca los mimbres para construir sus éxitos. El último proyecto racinguista, sin embargo, pretende romper con esos tópicos. Seis jugadores que en algún momento pasaron por las categorías de base del club forman parte ahora de la plantilla con la que Miguel Ángel Tena aspira a luchar por el ascenso. Futbolistas llamados, en algunos casos, a tener un peso específico en el juego y el vestuario verde y que, además, comparten una historia en común: Su ir y venir del club ferrolano.
Juan Martínez y Héber Pena –como Carlos López– han recorrido un camino muy parecido al que en su día siguieron Pablo Rey o Marcos Álvarez y que los ha llevado este verano a recalar en un Racing que los vio nacer como futbolistas, marcharse en busca de una oportunidad y regresar dispuestos a reclamar un lugar en “su” casa. Ambos coincidieron en su etapa juvenil, hace casi una década y volvieron a encontrarse en el pasado año, bajo las órdenes de Míchel Alonso, en el Somozas. De ahí han dado el salto al cuadro verde convencidos de poder aportar mucho al equipo.
“Estoy convencido de que, sin me dejan jugar y explotar como hice en Somozas, voy a rendir a buen nivel”, advierte Héber Pena, a sabiendas de que “el nivel de exigencia cuando representas al Racing es siempre mucho mayor”. Lo sabe porque el futbolista naronés fue uno de los que, recientemente, vivió los años más grises del club en Tercera División, participó de su éxito en el ascenso a Segunda B, pero se vio obligado a abandonar el club para seguir creciendo. “En mi último año no tuve todos los minutos que a mí me gustaría, pero de todas formas creo que rendí a buen nivel y aporte al equipo”, recuerda, “ahora espero que sean las dos cosas. Por mí no va a quedar nada, voy a darlo todo para poder jugar y disfrutar, así que desde los entrenamientos espero poder ganarme un sitio en el once”.
Su periplo fuera de Ferrol, especialmente en el caso de Juan Martínez, al que las lesiones y problemas económicos en el Ourense lo han hecho madurar a marchas forzadas, les permiten tener otra perspectiva de la realidad que les espera luciendo de nuevo la camiseta del Racing, “porque ahora tienes otra responsabilidad de hacer las cosas bien. Eres de casa, te fuiste y volviste... y quieres demostrar que estás a muy buen nivel. Es para lo que te llaman y tu aceptas venir porque te encuentras en condiciones de aportar cosas; si no, no lo harías”.
Pero no solo por su regreso al cuadro verde es importante esta temporada para el futbolista cedeirés. Y es que esta es la primera de las tres últimas campañas en las que inicia la temporada sin estar todavía recuperándose de una lesión –se rompió dos veces el ligamento de la rodilla–. “No me quiero obsesionar, sí espero aportar y ayudar al grupo. Me encuentro bien físicamente y espero no tener ninguna ‘pijadilla’ y completar la temporada”.
La clave de los éxitos del Racing pasa, para Juan Martínez, porque “vayamos todos a uno. Lo más importante son los objetivos comunes del grupo: Si al grupo le va bien, a todos nos va a ir bien. Así que ahora es momento de conocernos, ayudarnos, crear un buen ambiente y hacer grupo”.